Se cumple un año del mortal accidente que conmocionó a Burriana

Se cumple un año del fatídico accidente de tráfico que costó la vida al pequeño Álvaro en la Avenida Cardenal Tarancón. Un suceso que conmocionó a la sociedad burrianense, que salió a la calle para reclamar más medidas de seguridad viales en la zona.

Tras el mortal atropello del joven de trece años, el Ayuntamiento de Burriana se apresuró a poner en marcha medidas de seguridad después de que durante mucho tiempo se le hubiera reclamado. El consistorio instaló cuatro badenes de seguridad y reforzó la presencia policial en este punto. Desde el AMPA del IES Llombai, centro situado en este punto, se recogieron firmas y se hicieron manifestaciones para reclamar la instalación de un semáforo en la zona.

Hoy, un año después, los cambios son visibles aunque insuficientes para muchos. Desde el Ayuntamiento manifestaron en su momento que no descartaban implantar más medidas de seguridad y así se hizo: se amplió hasta seis kilómetros la zonificación de viales en la que la velocidad máxima fuera de 30 km/h y se reforzaron las señales en las zonas escolares.

¿Cuál es la valoración que hace el Ayuntamiento de la situación actual? Positiva. Es lo que afirma el concejal de Seguridad, Javier Gual, en declaraciones a elperiodic.com. Prueba de ello está en que no se han producido, según apunta el edil, incidentes en la zona, o al menos no constan.

Una valoración positiva con 'peros', ya que el edil reconoce que a pesar de todas las medidas puestas en marcha, la velocidad no es la adecuada: "Por eso siempre hay más presencial policial en la zona y además vamos a adquirir radares para la ciudad y contribuir así a reducir la velocidad en general", detalla el edil responsable del área.

¿Y cuál es la valoración que hacen los vecinos sobre este mismo asunto? Insuficiente. Tanto vecinos como padres y profesores del IES Llombai -centro que puso en marcha la campaña para reclamar mayor seguridad- consideran que se debería hacer más. Desde la Asociación de Padres y Alumnos del Centro prefieren no entran en la polémica aunque fuentes del entorno reconocen que sienten esa falta de seguridad al cruzar el paso de peatones. El problema, según denuncian, reside en que los vehículos paran en un carril pero no en otro.

Álvaro murió en abril del año pasado tras ser atropellado cuando atravesaba un paso de cebra. El joven de trece años, vecino de la localidad y alumno del IES Llombai, resultó herido grave y murió al día siguiente en el Hospital General de Castellón. Hoy, en el lugar del accidente, todavía podemos encontrar una bicicleta blanca en recuerdo a Álvaro.