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Siguen produciéndose altas en la Comunidad de Regantes tras años de abandonos por la crisis citrícola y la "solarina"

Siguen produciéndose altas en la Comunidad de Regantes tras años de abandonos por la crisis citrícola y la "solarina"
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    Siguen produciéndose altas en la Comunidad de Regantes tras años de abandonos por la crisis citrícola y la "solarina" - (foto 2)
    El síndrome de la “solarina” ha tocado a su fin y se mantiene la tendencia iniciada hace algo más de un año de registrar altas en la Comunidad de Regantes de Burriana, hasta el punto de que la Junta General, órgano competente para aceptar la inclusión de nuevos socios, ha delegado en el Presidente y su Junta de Gobierno la decisión de aceptar las solicitudes de reincorporación de tierras al sistema de riego de la localidad para ofrecer mayor agilidad.

    Después de más de un lustro en los que se dieron de baja, cada año, más de 1.000 hanegadas, renunciando después de siglos al derecho a regar, a causa de la mala situación de la agricultura, unida a las elevadas expectativas generadas por los PAI presentados en la ciudad, la tendencia se está invirtiendo, especialmente porque los propietarios perciben que las futuras urbanizaciones son un tema que va para muy largo, incluso muchas zonas en las que se generaron expectativas se quedarán fuera del Concierto Previo. Precisamente el término “solarina” lo acuñó el que hasta 2003 fuera el presidente de la Comunidad de Regantes, Juan Arnal, quien inventó este término para referirse al vertiginoso síndrome de compraventa de huertos para urbanizar.

    Según explicaba el secretario del Sindicato de Riegos, José Manuel Castelló, en estos momentos se están produciendo casos en los que antiguos agricultores están llegando a acuerdos con urbanizadoras que en su día les compraron las tierras para poder seguir explotándolas. Hay algunos que ya habían vendido sus campos con esa condición, pero hay otros que están sellando ese acuerdo ahora por lo que ejercen como arrendatarios sin coste alguno. La ventaja de los propietarios es que de este modo cumplen con la nueva Ordenanza del Medio Rural que obliga a mantener limpios los campos. En el Sindicato estiman que de repetirse las condiciones de la actual campaña durante los próximos años, y con las actuales tasas de paro, seguirán dándose de alta más huertos.

    El cambio de planteamiento también está teniendo su reflejo en los productos agrícolas. Después de varios años de continua caída, las ventas de abono se incrementaron de forma notable la pasada primavera, a pesar de que el precio de los fertilizantes se ha duplicado, a causa de la demanda mundial por los cultivos para biodiesel, y el empuje de la agricultura de países como China, India, Brasil o Australia.

    Desde el inicio de siglo se han abandonado en Burriana miles de hanegadas a causa principalmente de la mala situación de la citricultura, y a que si arrancabas, eras propietario antes de 1986, y lograbas demostrar que tu huerto estaba abandonado desde hacia tres años, y por lo tanto no estaba afecto a ninguna actividad económica, al formalizar la compraventa para un PAI quedabas exento de pagarle a Hacienda el 18 %.

    La situación ha provocado que en estos momentos haya muchos huertos totalmente abandonados. El estado de algunas partidas, principalmente las cercanas a la costa, motivó que el año pasado el Ayuntamiento, ciento dos años después, se viera obligado a modificar la antigua Ordenanza del Medio Rural del término municipal para adaptarla a circunstancias tan insólitas hace pocos años como abandonar un campo fértil para dejarlo yermo. Uno de los aspectos resaltables de la nueva Ordenanza es el régimen jurídico que se contiene en la legislación sobre suelo no urbanizable, relativo al deber de conservación del suelo.

    Actualmente, reconoce el texto de la Ordenanza, se ha llegado a un punto en que se acepta con normalidad la situación de no explotación, y ni siquiera de conservación de un terreno rural. En este sentido se insiste en el deber tanto del propietario de finca rústica, como al de suelo urbano o urbanizable, de crear las condiciones para que no sean posibles estragos colectivos como la erosión del terreno, así como proteger un bien de dimensiones colectivas o sociales como son las extensiones de naranjos.

    comentarios 15 comentarios
    BURRIANERO
    BURRIANERO
    24/11/2009 07:11
    PARA ECONOMISTA, AHORA SI.

    Por desgracia ni son negocio las grandes extensiones ni las pequeñas, es mas, considero que a mas tierra mas problema ( como negocio, otra cosa es el patrimonio). Vamos a ver, yo realizo practicamente todas las labores y sin contar mi trabajo no he podido en estos años hacerlo rentable, luego las grandes extensiones por barato que salga mas que a mi, imposible. Quiere esto decir que el problema es general y lo estamos pasando realmente mal, vuelvo a repetir que si no hay solucion el agricultor tirara la toalla, y si luego no hay jornales a nosotros que no nos reclamen.

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