“Me escudriñaron el Whatsapp para que les confesara el nombre de trapicheros del Arenal Sound”

Continúa la investigación, y también la polémica, sobre las presuntas agresiones que sufrieron trabajadores del famoso festival de música Arenal Sound que se celebra en Burriana. Según ha trascendido en varios canales, seis personas habrían denunciado a empleados de las empresas de seguridad encargadas de controlar el festival por agresiones, retenciones ilegales y vejaciones durante el transcurso de los días de fiesta. En su momento, tres de los vigilantes fueron detenidos a raíz de las denuncias que varias personas interpusieron contra ellos.

Según relata uno de los denunciantes a elperiodic.com, "me tuvieron entre treinta y cincuenta minutos dentro de una caseta propinándome golpes". Al parecer, las agresiones se produjeron en el interior de una caseta prefabricada propiedad de la organización del festival, y el motivo alegado por los vigilantes, según relata uno de los denunciantes, fue una presunta sustracción de teléfonos móviles, un hecho que los agredidos niegan que se haya producido. Algunas de las víctimas, naturales de la provincia de Jaén, pero desplazados hasta Burriana para trabajar en estos intensos días, han retornado ya a sus localidades de origen, no obstante ello, han decidido actuar conjuntamente contra los presuntos agresores y contra la empresa que los contrató, mediante la actuación de un único abogado.

Asimismo, según comentó a este medio uno de los denunciantes, los vigilantes le obligaron a desbloquear su teléfono móvil y le increparon para que les facilitase el nombre de las personas que trapicheaban en los recintos del festival. Dicha actitud, que según esta fuente ocurrió en el interior de la caseta prefabricada en la que se le habría retenido, atentó contra su privacidad, y es, junto con las agresiones sufridas, uno de los motivos por los cuales se animó a interponer la denuncia. "No quiero que estas personas vuelvan a abusar de otras personas como lo han hecho de mí, no se lo deseo a nadie".

La presunta víctima asegura a elperiodic que lo vivido en el festival es "una de las peores experiencias de la vida", y afirma que no volverá a trabajar en este evento, al que acudió animado por la posibilidad de obtener unos ingresos económicos extra. Además de este caso, los problemas relacionados con las agresiones no terminan aquí, y es que, otros dos jóvenes, en este caso un camarero y un amigo de éste, han denunciado agresiones por parte de vigilantes que, según afirman, les agredieron por haber revendido una entrada que no podrían aprovechar.

Este último suceso se encuentra igualmente investigado por el juzgado de Vila-real, ente judicial que se ha hecho cargo por competencia del conocimiento del asunto. Por el momento la investigación sigue abierta, y ya se han producido las primeras declaraciones de víctimas y acusados en los mencionados juzgados.