Burriana acoge por primera vez la Procesión Diocesana
Ayer tarde de domingo 2 de abril, se celebró la XXVI edición de la Procesión Diocesana que por primera vez en la historia se ha realizado en la ciudad de Burriana.
El acto, compuesto por treinta cofradías, se han dado cita en las calles céntricas del municipio recorriendo las vías: Mayor, La Purísima, Sant Xoxim, Sant Vicent, S. Joan de la Creu, La Encarnación, Raval y El Pla, el enclave más importante ha sido la Basílica de El Salvador donde se ha dado el inicio y también el final del desfile.
Las cofradías del conjunto de la Diócesis de Segorbe-Castellón han desfilado siguiendo este orden: Borriol, Castellón, Chilches, Nules, Onda, Segorbe, La Vall D'Uixó, Vila-Real, La Vilavella, Viver, L'Alcora, Alfondeguilla, Almassora, Les Alqueries, Altura, Benicasim, Betxí y por último Burriana.
Multitud de personas han acudido adrede para presenciar este evento tan rico de diversidad y tradición de la celebración de la Semana Santa, consiguiendo una promoción turística que no se ha pasado por alto. Así pues, la ciudad se ha volcado habilitando zonas especiales tanto para los asistentes como para los participantes de la procesión, como el parquing de autobuses o los vestuarios de CMC La Mercè.
El desfile, organizado por la Cofradía del Santo Sepulcro, ha estrenado la Semana Santa a nivel provincial que a cerrado con la imagen de la misma cofradía organizadora, la del Cristo Yacente, junto al resto de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Burriana.
El estreno a lo grande y con tintes de color púrpura ha comenzado a las 18:00 horas y se ha alargado hasta bien entrada la noche. No ha faltado la gente que desde las aceras, curiosa guardaba silencio o aplaudía emocionada.
Entre ateos y los que "se abusan", hay mucha gente creyente o que goza de estas procesiones, en la semana cumbre de su fe. El ayuntamiento gobierna para todos, no para ateos y ciclistas, sino para todos. A parte de un tema religioso es un tema cultural, y mucha gente de la provincia y de otros lugares acudirá a ver esta procesión por las calles de Burriana. El caso es, que si la iglesia está en medio, hay que quitarlo o reirse de ello, pero eso sí, pongamos banderas Gays en el Ayuntamiento, celebremos el ramadán con los musulmanes o cambiemos el nombre de la Navidad a fiesta de la felicidad. Si es que, con los dictadores venezolanos hemos topado.