elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Pese a las videoconsolas algunos niños aún prefieren la acequia de la Tanda

Pese a las videoconsolas algunos niños aún prefieren la acequia de la Tanda
    Todavía hay niños que prefieren la acequia de la Tanda a la Play Station 3, la Wii o la Xbox 360. Por estos lares, como me sucedió la semana pasada, aún te encuentras con estampas que te recuerdan lo que era común, no más allá de hace dos o tres décadas. Y es que aquello que hoy nos invade, como los ordenadores, los teléfonos móviles, sin los cuales somos incapaces de vivir, o los videojuegos, forman parte de nuestra vida cotidiana desde hace no más de quince años.

    Yo llevó veintidós años haciendo información local. Ya ha llovido, pero desde una perspectiva más amplia no es tanto tiempo como para que se hayan producido tantos y tan profundos cambios. Recuerdo que cuando empecé en el periódico Mediterráneo, nos facilitaban unas hojas preparadas para que en cada línea cupieran 64 espacios justos con la máquina de escribir, hacíamos las fotos en carrete, y todos los días nos acercábamos a la parada del autobús de línea a Castellón para entregarle un sobre al conductor que era el que lo dejaba en la estación de la Hicid donde una persona del periódico, cuando todavía se encontraba en la avenida del Mar, recogía los sobres de Burriana, Morella, Vinarós, Benicarlo… De eso hablo a finales de los ochenta, principios de los noventa, aunque nada más iniciarse esa década apareció el fax, que ya nos pareció el no va más. Luego vino el ordenador, la popularización del móvil, lo que permitía encontrar a una persona a cualquier hora del día, la conexión por internet, y por ende el correo electrónico, y finalmente la fotografía digital. Toda una revolución, que pone en valor todo lo que se hacía antes, pues había que tenerlos muy bien puestos para hacer un Buris-ana como aquellos de don Roberto Roselló, no ya sólo por el excelente contenido y la genial manera de escribirlos, sino por la más que digna maquetación, pese a la escasez de medios.

    Si esta gran revolución ha transformado la manera de trabajar, de igual modo lo ha hecho en la manera de jugar. La calle ya no es de los niños. Falta de seguridad, esgrimen los padres; pero también es cierto que las videoconsolas se han impuesto a los balones, patines y bicicletas.

    Es cierto, en cuanto a la seguridad, que hay más tráfico, pero los padres nos hemos hecho más miedosos e inseguros, sólo pensando en la posibilidad de que nuestros hijos hagan lo que nosotros ya hicimos.

    Recuerdo que en el Grao, durante el verano, en el campo de fútbol que había junto lo que hoy es la sede de la asociación de vecinos, algún comerciante depositaba una montaña ingente de cajas de madera apiladas, a una altura que bien podría alcanzar los quince metros. Como si de una pirámide se tratara, íbamos sacando cajones poco a poco, y urdiendo una red de pasadizos internos hasta una sala en la que nos refugiábamos; incluso recuerdo haber aguantado allí dentro una tormenta. Entonces ni se me pasaba por la cabeza, pero hoy pienso que aquella montaña de cajones, con la cantidad de pasadizos que había, no se vino abajo de milagro.

    Y lo mismo me ocurre cuando recuerdo que cruzábamos la bocana del puerto a nado, nos íbamos con bicicleta a la piscina de Vila-real, saltábamos los bloques de la escollera del faro. Muchas diversiones, que sin duda entonces ya constituían un peligro, pero que sirvieron para dotarnos de autonomía y prepararnos de cara al futuro.

    comentarios 16 comentarios
    Burrianer tame....
    Burrianer tame....
    11/06/2009 09:06
    CLARO QUE SI BURRIANERA

    Y muchos opinamos como tú Burrianera, nos quedamos con lo bonito de los recuerrdos que nos ha trasmitido a todos el artículo. Las demás cuestiones, si el agua esta sucia, si son o no son de burriana, son tonterías absurdas que no llevan a nada. Es agradabel ver, que todos guardamos ciertos lugares como un punto de referencia de nuestra infancia en burriana. Fijate,hasta desconociamos que nuestro Dani Vidal jugara por alli. Conclusion. "Que bonito artículo"...

    Subir