Calpe y Perelló piden a García Antón que agilice la tramitación del concierto previo de Burriana

El alcalde de Burriana, José Ramón Calpe, y el concejal de urbanismo, Javier Perelló, se han entrevistado esta mañana con el conseller, José Ramón García Antón, para plantearle la necesidad de agilizar la tramitación del concierto previo de Burriana, del que dependen proyectos como el de Santa Bárbara. Este documento fue aprobado por el pleno el 2 de mayo de este año y entró en la Conselleria de Medi Ambient, Aigua, Urbanisme i Habitatge el 2 de junio, hace cerca de cinco meses. García Antón se ha comprometido a interesarse por el asunto ante la Secretaria Autonómica, Mª Ángeles Ureña, depositaria de todos los informes que se han solicitado a las diferentes administraciones competentes en asuntos como carreteras, costas, recursos hídricos o patrimonio cultural, entre otros.

Cabe recordar que en la tramitación del concierto es preceptiva la emisión de informes de los distintos departamentos y órganos competentes de las administraciones, así como el informe favorable en materia de Evaluación de Impacto Ambiental. La Consellería, a la vista de la documentación e informes emitidos, se pronunciará sobre si considera necesario algún tipo de cambio, y una vez éste se haya producido, declarará conclusa y superada la fase de concierto previo, prosiguiendo los trámites para la aprobación del Plan General. Una vez superada la fase de concierto previo, éste tendrá un plazo de 18 meses, tras la ampliación aprobada el pasado mes de abril a consecuencia de la gran cantidad de planes urbanísticos que están pendientes de aprobación, lo cual incitó a la Consellería a ampliar el plazo de 12 a 18 meses. Transcurrido el indicado plazo sin que haya continuado la tramitación del Plan General se entiende que el Ayuntamiento ha desistido del procedimiento, siendo necesario iniciar una nueva fase de concierto previo, quedando éste sin efecto.

Durante la redacción del nuevo PGOU se pasará a plasmar los detalles y pormenores de la planificación, como por ejemplo, ubicación exacta de zonas según usos de suelo, especificación de la densidad de viviendas en áreas por planificar, secuenciación del desarrollo, etc.

En la propuesta de concierto previo que aprobó el Partido Popular en solitario, con el voto en contra de los tres partidos de la oposición, se proponía una ciudad en la que el 39,07% del territorio municipal quedaba como urbano o urbanizable, frente al 60,92% que seguía siendo rústico. Así se planteaba un desarrollo de la ciudad hasta los 72.000 habitantes, con un total de 24.000 viviendas. A los proyectos ya incorporados en la última homologación del PGOU aprobada en 2003, como Sant Gregori, Jardines de Malvarrosa y los industriales de Llombai-Les Monges y parque empresarial de la carretera de Vila-real, se sumaban los de Sant Gregori II, Santa Bárbara y Pedrera Port, entre otros.

Durante la celebración del pleno en el que se aprobó el concierto previo la oposición tildó el proyecto como “barbaridad urbanística que sin duda será sometida a importantes recortes por la Consellería”. El concejal de urbanismo Javier Perelló, ante las acusaciones de desarrollo salvaje apuntadas por la oposición, les retó a decir cuáles eran aquellos proyectos que había que quitar, para que lo supieran los ciudadanos afectados.

El Ayuntamiento ha estado trabajando en los últimos meses, en compañía de Facsa, en un informe que acredite que la ciudad tiene garantizado el suministro de agua potable para 72.000 habitantes, y en el que se incorpora el caudal del pozo de la antigua Papelera El Mijares, propiedad municipal desde el pasado mes de junio.