La UTE que ejecuta la red de pluviales del Puerto intentará minimizar las molestias durante la Semana Santa
En estos momentos quedan dos meses para que finalicen las obras que han resultado muy complejas porque ha sido una lucha continua contra el nivel freático, lo que ha obligado a emplear distintas técnicas de construcción, como un sistema de bombeo por generación de vacío, conocido en ingeniería civil como “wellpoint”, y más tarde “tablaestacas”, que al final han resultado más efectivas.
En estos momentos la UTE sigue el ritmo que le permite ir implantando tablaestacas para frenar las filtraciones, y sólo falta un tramo del colector general que discurre por la avenida Mediterrànea, y el paseo situado entre el vial y el recinto portuario, introducido en el proyecto como una obra de mejora. El resto de colectores del peine ya se ha ejecutado; incluso la mayor parte de las calles afectadas ya han sido reasfaltadas, tal y como se prometió, dado que todas habían quedado parcheadas por la apertura de las zanjas y las acometidas.
Cabe recordar que la UTE ya solicitó a finales del año pasado una prorroga de la obra financiada por el Plan E II hasta el día 31 de mayo de este año como consecuencia de los retrasos ocasionados por las inundaciones de las zanjas a causa de que el nivel freático se encuentra situado a escasos centímetros del suelo.
Si exceptuamos la construcción de edificios, esta obra civil, de 2.763.552,91 euros, es una de las de mayor envergadura ejecutada en la localidad, y prácticamente absorbe todo el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (Plan E II).
El proyecto es consecuencia directa de los 436 litros por metro cuadrado que cayeron en Burriana el 29 de septiembre de 2009 y que provocaron una de las mayores inundaciones que se conocen en la ciudad, especialmente en la zona marítima.
La actuación ha supuesto la instalación de cerca de un kilómetro de tuberías exclusivamente para aguas pluviales, en diámetros desde 60 centímetros hasta la gran canalización de 1,6 metros, que discurre en paralelo al puerto y desemboca en el mar por l’Escullera de Ponent. Allí se ha construido una cámara de bombeo con tres bombas de 60 kilovatios de potencia cada una, capaces de desalojar un caudal máximo de 3 metros cúbicos (3.000 litros) de agua por segundo. La red, bautizada como peine, por la similitud con este objeto, garantizará la seguridad y evitará retenciones de agua en caso de copiosas lluvias.
Los trabajos se han completado con el desdoblamiento en algunos viales de la red de abastecimiento de agua potable –en los que todavía no contaban con este sistema-, y también con la mejora y ampliación, que se está ejecutando en estos momentos, de la acera de la avenida Mediterrànea recayente al suelo propiedad de la autoridad portuaria, junto a la cual, una vez concluyan las obras, se podrá aparcar en batería, incrementándose el número de estacionamientos.
