La ubicación del monumento de Sant Josep vuelve a ser objeto de polémica

Mucho ha llovido desde entonces, y sigue la Falla San Josep día a día, disfrutando de la fiesta aunque lo cierto es que, pese a llevar tres años ya de funcionamiento, el emplazamiento de su monumento sigue suscitando polémica.

Lejos de fijarse definitivo el lugar, y aunque éste sería el tercer año que la Falla plantaría en la Plaza la Generalitat, la comisión de Sant Josep solicita nuevamente, con los informes técnicos y policiales favorables en la mano, que se le permita ubicar su monumento en la intersección entre la calle Assumpta González Cubertorer y la calle Maestrazgo (la conocida como plaza de la media luna) abriendo a pocos días de la semana fallera, nuevamente el debate.

Según las fuentes falleras a las que ha tenido acceso elperiodic.com el Reglamento de Régimen Interno de las Fallas de Burriana, vigente desde hace más de 20 años, contempla la posibilidad de que una asociación dedicada fundamentalmente a otro fin, decida plantar su monumento (como fue en su día el caso de la Sociedad de Cazadores o el Club Ortega), quedando de este modo fuera de regulación situaciones como la planteada con la Falla Sant Josep, en los que una asociación se constituye con el único fin de constituir una comisión fallera. Dado la inexistencia de otra regulación que contemple esta circunstancia, resulta pues de plena aplicación lo que enuncia el actual Reglamento fallero, según el cual existen dos procedimientos para determinar la ubicación de una nueva falla: por un lado, está la opción de llevar el asunto al pleno de Junta Local Fallera para que se vote al respecto y se actúe según lo decidido; por el otro lado encontramos la posibilidad de solicitar a Alcaldía que se conceda por Decreto Ley el emplazamiento solicitado, siempre y cuando éste conste con los informes policiales y técnicos favorables.

Así pues, en el primer año de creación de la Falla Sant Josep, el pasado 2008, su representante, inicia en nombre de toda la comisión los procedimientos administrativos necesarios para solicitar las valoraciones técnicas oportunas a la policía y técnicos municipales, pidiéndoles se pronuncien sobre la idoneidad de cada una de las propuestas de emplazamiento presentadas. Tras ser éstas valoradas por la policía y los técnicos municipales, en fecha de 30 de enero de 2009, se resuelven como los emplazamientos negativos por los siguientes motivos:
1. En cuanto a posicionar la falla enfrente de la piscina se les denegó por estar ésta demasiado cerca de la gasolinera.
2. Plantar en la calle Rafael Alberti, en cruce con Pedro Salinas, podría suponer el problema de que se obstruyeran gran número de vados.
3. La última propuesta, al otro lado de la Avenida Cardenal Tarancón, fue también denegada por estar el emplazamiento al otro lado de una de las arterias principales de la ciudad lo cual podía implicar un peligro para los viandantes en las idas y venidas a la visita de la falla.
4. Según las declaraciones que realizó en aquel momento Rubén Gómez, presidente del colectivo de la Falla Sant Josep, los técnicos municipales fueron los que propusieron a la Falla el emplazamiento en el cruce de las Calles Maestrazgo con Assumpta González Cubertorer -supuesta ubicación actual de la falla- frente a lo cual manifestó el presidente en su momento desacuerdo, reiterando su petición de poder ubicar el monumento en el cruce entre Rafael Alberti con Pedro Salinas.

A pesar de no tratarse del lugar que la Falla perseguía, y resultando obvio que no se les concedería el permiso para el cruce entre Pedro Salinas y Rafael Alberti, se contempló en un pleno de Junta Local Fallera (JLF) la nueva propuesta de emplazamiento aportada por los técnicos municipales abriéndose de este modo una nueva línea de debate. Al no existir acuerdo al respecto, las Fallas delegaron en JLF para que decidiera dónde se debía plantar la Falla; en base a ello, se emitió un comunicado de prensa el día 25 de febrero de 2009, a través del cual se hizo público que la Plaza de la Generalitat sería el lugar definitivo en el que se plantara la Falla Sant Josep.

Después de dos años montando en dicha Plaza, el pasado 21 de febrero de 2011 -en el último pleno que tiene lugar antes de Fallas y tras haberse planteado ya en una reunión de la Federación de Fallas (FFB)-, aparece en la orden del día una votación en referencia a la ubicación del monumento. Su presidente y delegado en plenos, Rubén Gómez, expone a los presentes los informes favorables de los técnicos del Ayuntamiento y la policía local y solicita, en base a los mismos, que el pleno le reconozca la nueva ubicación que en estos informes se le concede. A petición del interesado, se celebra aquella noche una votación secreta que únicamente obtiene cuatro votos a favor. Tras la votación, se entiende que al ser una de las formas regladas para pedir se conceda una ubicación para un monumento, el asunto queda zanjado y la Falla Sant Josep debe acatar lo dispuesto en dicho pleno.

El afán de la comisión por implementar su emplazamiento, les lleva a agotar la segunda vía contemplada en el Reglamento de Régimen Interno de las Fallas de Burriana y por ello solicitan a Alcaldía un Decreto que les permita plantar allá donde se contempla favorable en los informes técnicos. Siendo así, y teniendo en cuenta que el Pleno de JLF no es más que un órgano consultivo, y visto que el Ayuntamiento -y no ningún otro órgano- es el competente para conceder la ubicación definitiva de una nueva Falla, desde Alcaldía se le concede el Decreto a la Falla Sant Josep. Una vez obtenido el beneplácito consistorial, el presidente del colectivo, emite un comunicado a todas las comisiones informándolas de la nueva ubicación de su monumento y comienza ayer mismo a situar sus ninots en el nuevo emplazamiento.

Al tener conocimiento el resto de comisiones de lo sucedido, deciden convocar en la tarde de ayer, una reunión urgente de la FFB para acordar una línea de actuación común y decidir las medidas que se toman tras lo acontecido. En dicha reunión se acuerda emitir un comunicado conjunto al presidente de la Falla Sant Josep y Alcaldía, expresando el malestar de las comisiones falleras y haciendo saber que tras lo votado en el Pleno, las comisiones entienden que el único emplazamiento posible actualmente es el de la Plaza la Generalitat y será pues allí donde los jurados asistirán el próximo día 16 para votar el monumento -con las consecuencias que esto puede comportar-. Según explicaba el presidente de la federación, Fco. Javier Diago a elperiodic.com “las Fallas no tenemos inconveniente en que Sant Josep busque un nuevo emplazamiento para su monumento, no obstante consideramos que todos estamos sometidos al mismo Reglamento de Régimen Interno que en todo caso debe respetarse. Si en este Reglamento se contemplan dos vías para solicitar un nuevo emplazamiento y la Falla Sant Josep, y en su nombre su presidente, Rubén Gómez, optó por una de ellas –como fue la votación en pleno-, entendemos que debe respetarse el resultado acordado, fuera el que fuera, y no intentar a continuación conseguir el resultado buscado a través de la otra vía. […] Las comisiones nos sentimos engañados porque tras la votación en el pleno del 21 de febrero, el presidente de la Falla Sant Josep señaló públicamente su intención de acatar el resultado de la misma –y así debía ser-, incluso desde la FFB nos ofrecimos a asistir este jueves a una reunión en su casal para explicarle a los comisionados la situación de ausencia de regulación que se ha planteado tras la aparición de su Falla y pedirles un poco de paciencia para iniciar una línea de trabajo que acabe con un resultado favorable para todos. Cuál es nuestra sorpresa cuando el viernes por la mañana descubrimos que la reunión con su comisión no sirvió en ningún momento para nada ya que, según hemos podido informarnos, Rubén Gómez ya había solicitado el Decreto, faltando de este modo a su palabra, y haciéndonos perder el tiempo al dedicar esfuerzos a buscar una solución. Al solicitar la votación, la Falla se expuso a cualquier tipo de resultado pero si solo iba a aceptarse el que coincidiera con sus intereses, no entendemos porqué desde un principio no se acudió a Alcaldía siendo que existe tal posibilidad. […] Consideramos en definitiva que han faltado las formas de un modo que no se beneficia al colectivo fallero, utilizándose para ello las influencias políticas pues de otro modo no se entiende que comisiones como la Falla Plaça Chicharro lleve tanto tiempo esperando se resuelva su licencia de actividad para el casal de la comisión –que acaba de anunciarse desfavorable- y por el contrario, la Falla Sant Josep consiga en 8 ó 9 días que se le apruebe un Decreto Ley”.

La Falla Sant Josep, protagonista necesaria del conflicto, prefirió no hacer declaraciones a la prensa para evitar seguir armando revuelo al respecto. Por su parte, la otra Falla implicada, Quarts de Calatrava, explicó que, dado que el monumento todavía no está plantado, prefieren no hacer declaraciones. De igual modo sucedió con el presidente de Junta Local Fallera, Pedro Sancerni, que tampoco quiso manifestarse al entender que no es quien debe pronunciarse al respecto.

Sí expuso su versión oficial de los hechos la Alcaldía, confesando que a su entender, se había creado un debate fallero en el que se mezclan intereses particulares y frente a los cuales poco tiene el Ayuntamiento que decir. Se aclaró además a elperiodic.com que “si los informes técnicos y policiales son correctos, desde Alcaldía no tenemos más opción que conceder el permiso para ubicar en el citado sitio la Falla; no podemos negarnos en base a nada pues en caso contrario estaríamos incurriendo en prevaricación y eso es un delito […] Recordemos que el pleno de Junta Local Fallera únicamente es un órgano consultivo con lo cual el único competente para decir si puede o no puede plantarse un monumento aquí o allá son los técnicos a través de su informe y si éste es favorable, quien dicta el permiso o Decreto es el Ayuntamiento. Tal vez las Fallas se hayan extralimitado en sus funciones”.

Vistas las declaraciones, todo parece indicar que existe un conflicto de forma en la que cada una de las partes ofrece una versión enfrentada. En consecuencia, al resto de los ciudadanos no nos queda más opción que tratar de objetivar cada una de las versiones quedando a la espera de que llegue el día 16 de marzo, cuando los monumentos luzcan en su máximo esplendor, para ver cómo se ha resuelto el problema deseando que haya sido -por el bien de nuestra fiesta- de la forma más consensuada posible.