El Juzgado archiva la denuncia contra el alcalde por los chiringuitos

El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Vila-real ha archivado la causa abierta contra el alcalde de Burriana, José Ramón Calpe, tras la denuncia presentada por un ciudadano por las molestias que le habían causado los chiringuitos el año pasado. La juez encargada del caso ha emitido un auto con fecha de 25 de julio en el que fundamenta que los hechos denunciados no tienen encaje en un ilícito penal, “sino que por el contrario deben incardinarse en ilícitos contencioso administrativos y, por ello, deberán ser resueltos en dicha jurisdicción”.

El auto dispone que en modo alguno se aprecia una conducta delictiva en el alcalde que deba ser objeto de reproche penal, “y por ello la presente causa debe archivarse tras haber practicado las diligencias de investigación necesarias”. En este sentido, la juez concluye que los hechos denunciados carecen de relevancia penal, “y de lo actuado no se desprende indicio alguno de criminalidad en la persona imputada”, debiéndose por ello de adoptar la resolución que se recoge en el artículo 779.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que reza así: “Practicadas sin demora las diligencias pertinentes, si el Juez estimare que el hecho no es constitutivo de infracción penal o que no aparece suficientemente justificada su perpetración, acordará el sobreseimiento que corresponda, notificando dicha resolución a quienes pudiera causar perjuicio, aunque no se hayan mostrado parte en la causa. Si, aún estimando que el hecho puede ser constitutivo de delito, no hubiere autor conocido, acordará el sobreseimiento provisional y ordenará el archivo”.

La decisión se puede recurrir, por lo que es previsible que el asunto continúe en otras instancias.

El pasado 16 de junio el alcalde de Burriana, José Ramón Calpe, testificó ante la juez del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Vila-real, en calidad de imputado, tras la denuncia presentada a finales del pasado verano por un vecino de la Avenida del Mediterráneo de Burriana, tras haber presentado durante los meses de julio y agosto del año pasado diversas denuncias por las molestias que le habían causado los chiringuitos, muy próximos a su casa.

Calpe acudió a testificar acompañado por su abogado, en este caso su hermano, Juan Manuel Calpe, y el concejal de cultura, Enrique Safont.

El denunciante presentó la primera reclamación el 3 de julio de 2007, quejándose del elevado volumen de los chiringuitos, y el día 8 de julio volvió a reiterar sus quejas. El 17 de julio de 2007, la Junta de Gobierno Local aprobó incoar siete expedientes de cese de la actividad a los seis chiringuitos, y la terraza Blue Bahía, en base, según rezaba el acuerdo, al acta del boletín de denuncia formulada por agentes de la Policía Local por realizar una actividad recreativa en terrenos municipales de la playa de l’Arenal careciendo de la licencia o autorización preceptiva. En los acuerdos se señalaba que si bien los interesados eran adjudicatarios provisionales de la licencia municipal para la ocupación de diversas parcelas en los terrenos municipales de la playa de l’Arenal para ejercer este negocio “en el día de la fecha no existe autorización de puesta en funcionamiento de la referida actividad” por lo que se acordó abrir expediente de cese de la actividad, concediéndoles un plazo de audiencia de quince días hábiles, a fin de que formularan las alegaciones que estimaran pertinentes, en defensa de sus derechos, o aportaran los documentos que creyeran oportunos, antes de acordar, en su caso, el cierre o clausura de actividad e instalaciones en que se desarrollaban.

La comunicación de este acuerdo se produjo el 3 de agosto. Mientras, el denunciante, ya había presentado el 24 de julio otra reclamación, acompañada con un estudio acústico con un sonómetro, marca CESVA, en el que venía a demostrar que los niveles de ruido eran superiores a los que marca la normativa.

Los propietarios de los chiringuitos presentaron alegaciones contra el acuerdo municipal de cese de actividad, aprobado el 17 de julio, el día en que vencía el plazo, el 22 de agosto, sin que diera ya tiempo a que contestara el Ayuntamiento. El denunciante volvió a presentar una reclamación ante la administración local el 30 de agosto, señalando que el fin de semana último, concretamente el 24 de agosto, todavía se habían celebrado y publicitado sendas fiestas, una con desfile de modelos y otra un festival remenber.

El expediente municipal no siguió adelante, ya que los chiringuitos se empezaron a desmontar el domingo 26 de agosto, y el expediente era para que cesara la actividad, puesto que de las sanciones se ocupa la Generalitat.

El propietario, al que no se le comunicó el acuerdo del 17 de julio, en el que se incoaban los expedientes de cese de actividad, decidió acudir después del verano a los tribunales por considerar que el Ayuntamiento no había hecho nada, ni le había amparado, pese a sus reiteradas denuncias.

Cabe recordar que la apertura de los Chiringuitos se ha retrasado este año varias semanas hasta que los locales han dispuesto de licencia de actividad.