La jornada taurina de Sant Blai dejó cinco heridos de diversa consideración

Una de las celebraciones que ha causado más expectación en las últimas semanas ha sido, tras más de 70 años, la vuelta a las jornadas taurinas con motivo de la festividad de Sant Blai. Ayer, gran cantidad de aficionados a los toros se acercaban a la calle Sant Blai para presenciar la vuelta a una tradición que no se celebraba desde 1936.

A las 11 comenzaban los actos taurinos con la entrada de vacas de la Ganadería de La Espuela. Era ésta una mañana tranquila en la que los rodadores pudieron disfrutar de las reses.

Pero fue sobre las 16.30 de la tarde, cuando estallaban los tres cohetes anunciando que el toro empezaba, cuando más vecinos de Burriana se acercaron a presenciar el espectáculo. Y es que, tras tantos años sin toro en estas fechas, la exhibición había sido acogida con especial interés por los aficionados. En primer lugar se soltaron dos vacas, y seguidamente al protagonista del día, “Templat”.

El astado de Gabriel Rojas pisó arena con una salida espectacular y acudiendo a los cites de los rodadores, con lo que prometía un espectáculo seguro. En cuestión de minutos, “Templat” hirió a cuatro vecinos con diversa gravedad. Aunque dos de ellos sufrieron heridas leves, los otros dos tuvieron que ser trasladados al Hospital La Plana. Uno de ellos sufrió una cornada en el glúteo, por lo que tuvieron que darle puntos de sutura. El segundo de los trasladados al hospital presentaba una lesión en una pierna.

A pesar de estos incidentes en la tarde, la exhibición nocturna con el toro embolado no tuvo menos expectación. Muchos fueron los que se acercaron al espectáculo, que dio comienzo puntual a las 23.30 horas. Fue aquí donde otro vecino de Burriana sufrió una cogida. Eran con ésta cinco las embestidas que sufrieron en total los asistentes a la jornada taurina.

Hasta aquí la actividad que con más ganas se esperaba, quizá por la novedad, quizá por la polémica que ha levantado, dentro de un fin de semana repleto de actos.