El Grupo Municipal Socialista de Burriana propone medidas para corregir el déficit que genera la gestión de Mercaplaya

El portavoz del GMS,, Ramon Monferrer recordó que el próximo mes de mayo finaliza el plazo de la concesión de Mercaplaya, el mercado ambulante que se celebra en L’Arenal y que con la decidida voluntad de aportar propuestas y con plazo de antelación suficiente el Grupo Municipal Socialista propone un cambio sustancial en la gestión de esta actividad. El objetivo es modificar las condiciones actuales “para que el mercado no suponga una merma para las arcas municipales”.

Monferrer dijo que en estos momentos mantener la actividad supone un coste importante para el municipio ya que los gastos que origina el mercado semanal son asumidos íntegramente por el ayuntamiento. Ahora la empresa titular de la concesión paga 64.500 euros anuales en concepto de tasas, que correspondería. El portavoz socialista subrayó que a los ciudadanos de Burriana el servicio de limpieza para adecuar la zona una vez que ha finalizado el horario de venta nos cuesta 24.000 euros al año. Destacando que a esta cantidad hay que añadir la labor de vigilancia de la que se encargan agentes de la policía local. Contabilizando los efectivos de la policía en los distintos turnos y computando la hora de servicio a 12 euros el montante de este apartado asciende a 17.400 euros anuales.

Monferrer agregó que el coste anual de Mercaplaya supone aproximadamente 110.000 euros al año mientras que los ingresos por tasas tras los sucesivos incrementos del IPC desde que entró en vigor la concesión en 2002 “sólo son de 64.500 euros por lo que estamos manteniendo una actividad claramente deficitaria que cada año cuesta dinero al municipio”. El portavoz del GMS estimó la cantidad en alrededor de 46.000 euros. Esta cifra podría dedicarse a la promoción del comercio local a través de ayudas y actividades promocionales y/o formativas.

El Grupo Municipal Socialista considera que la gestión del mercado ambulante de la zona marítima debe regularse de acuerdo a los intereses de los ciudadanos y pensamos que bien podría asumirse la gestión por el propio el ayuntamiento para evitar el desfase entre los ingresos y los gastos que se viene produciendo desde el inicio de la concesión y permitiendo que esta actividad revirtiese en medidas de apoyo al pequeño comercio local.