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Francisco Javier Catalán nuevo intendente principal de la Policía Local

Francisco Javier Catalán nuevo intendente principal de la Policía Local

    Francisco Javier Catalán Pradas es desde el pasado 1 de abril el máximo responsable de la Policía Local de Burriana.  El nuevo intendente principal tiene 33 años, es licenciado en Derecho y llevaba 11 años como agente de la Policía Local de Castellón, los cinco últimos como oficial. Hasta la fecha, ocupaba el cargo de jefe operativo de la Sección de Tráfico en Castellón y era responsable del Grupo Operativo de Tráfico (GOT) y de la Agencia de Movilidad Urbana (AMU), el órgano auxiliar de apoyo a la Policía Local de Castellón.

    ¿Cuál es su primer objetivo, una vez ha tomado posesión como jefe de la Policía Local de Burriana?
    Sin lugar a dudas escuchar, conocer de primera mano la opinión de vecinos, comerciantes y visitantes. También de la Corporación Municipal, de la misma plantilla policial y de otros funcionarios y técnicos municipales, sobre lo que se espera del Cuerpo de la Policía Local de Burriana, qué es aquello que se considera hacemos bien y en qué debemos mejorar, cuáles son nuestros puntos fuertes y cuáles los débiles a los ojos de los destinatarios de nuestros servicios: los vecinos. Es posible que realicemos una encuesta de expectativas sobre la que basar el análisis.

    En definitiva el primer objetivo debe ser siempre, en cualquier organización, una vez conocida la misión a la que se destina (en el caso de las policías públicas esta viene marcada en la ley) establecer la visión de lo que se quiere conseguir, de dónde se quiere llegar, antes de pasar a la acción con medidas concretas.

    Lógicamente la Policía Local de Burriana ya tiene y desarrolla su plan de acción y trabaja duro día a día. Yo hablo de mis propios objetivos como nuevo responsable del Instituto. Por otro lado tengo la enorme suerte de encontrarme con una excelente plantilla perfectamente diseñada, especialmente tras la reorganización planteada, en consenso con la representación sindical y el cuadro de mandos, por la Concejal del Área de Seguridad Esther Pallardó. Francamente, me han puesto el reto muy fácil.

    En resumen puedo decir que mi principal objetivo es establecer el Plan Estratégico de la Policía Local de Burriana, desde una visión integral de la seguridad (que abarca tanto la seguridad ciudadana como la seguridad vial y la proximidad con el ciudadano), para los próximos años, cuando menos coincidente con los años que comprende el Plan de Mandato de la Concejalía y bajo su dirección.

    ¿El organigrama planteado recientemente por la concejala responsable del área de policía, Esther Pallardó, va a sufrir algún retoque?
    Como dije me han puesto el reto muy fácil, tengo el camino allanado. La Concejal delegada del Área de Seguridad, Esther Pallardó, ha diseñado un organigrama que podríamos calificar como “técnicamente perfecto”. Es un organigrama  equilibrado en funciones y recursos, que estoy seguro responderá a las necesidades de la organización. Además, y esto es muy importante, nace del consenso, de la consulta y participación del cuadro de mandos y del conjunto de la plantilla que se expresó a través de la representación sindical.

    Sobre si sufrirá algún retoque debo decir que una organización que desee sobrevivir debe estar preparada para el continuo cambio, para la readaptación permanente en el entorno.  Por lo tanto el organigrama sufrirá retoques en la medida que, andando en el camino, no se adapte a las expectativas de sus destinatarios: los ciudadanos; todo ello lo dirá el tiempo, hay que probar antes de decidir. De momento podemos considerarlo técnicamente adaptado y oportuno.

    ¿Es necesario ampliar la plantilla? ¿Concretamente en qué puestos?
    A priori y desde esta Jefatura no se va a plantear ninguna ampliación. El número de efectivos cubre el organigrama replanteado y la ratio policía/habitantes se establece en Burriana en 437 policías/1000 habs., con lo que, contando únicamente con este indicador no sería necesaria la ampliación. Burriana cuenta con una plantilla bien dotada. No obstante para plantear seriamente una respuesta a esta pregunta deben usarse paralelamente otros indicadores (crecimientos geográficos -kilómetros a patrullar-, demográficos –concentraciones y dispersiones poblacionales-, tiempos de respuesta, siniestralidad vial, mapas delincuenciales, etc.) y estos indicadores y sus registros los vamos a establecer en el Plan Estratégico con lo que la respuesta debemos necesariamente diferirla a su ejecución.

    Respeto a qué puestos podemos referirnos en el supuesto de una ampliación, así, sin los datos y los estudios que he citado, a bote pronto puedo decir que me gustaría, en caso de ampliación, destinarla a dotar una Policía de Barrio especializada y permanente. El Plan Estratégico comprenderá seguramente esta nueva Sección. Lo que no puedo decir ahora es si para implementarla se precisará necesariamente de una ampliación de plantilla.

    La gente quiere ver a la policía patrullando a pie por los barrios para notar su cercanía. Últimamente se han empezado a ver patrullas a pie. ¿Se va a incidir en esta política?
    Sí, rotundamente sí, pero no debemos olvidar que la eficacia policial pasa también, por su propia naturaleza, por contar con una capacidad de respuesta rápida y ágil y esto se consigue con medios de locomoción adecuados, por lo tanto el patrullaje a pie dependerá del tipo de servicio prioritario que preste el policía en concreto.

    El patrullaje a pie (o mixto, donde los policías se desplazan a las zonas en vehículo –normalmente motocicleta o ciclomotor- donde patrullan a pie) es propio de la policía de proximidad, pero no de servicios de urgencia o respuesta rápida o que precisen de equipo y elementos instrumentales (traslado de detenidos, alcoholímetros, etc…), por lo tanto debe integrarse en el reto de la Sección de la Policía de Barrio o policía comunitaria de la que hablé.

    Una promesa electoral del equipo de Gobierno es la instalación de videovigilancia en parques para evitar el vandalismo. ¿Es partidario de estas medidas?
    La Policía, como cualquier otra profesión, usa de instrumentos, de herramientas que hacen más eficiente su gestión y permiten optimizar los recursos, como la videovigilancia, que permite dosificar mejor los recursos, pudiendo diversificarse la vigilancia presencial entre distintos escenarios gracias a la información que nos aporta la vigilancia electrónica de estos espacios sin tener que estar allí; y todo ello a un mismo tiempo. Como técnico en seguridad pública soy sin lugar a dudas partidario de estas medidas. La polémica no nace de la oportunidad del medio, sino de su uso; y en este sentido debo entender que la vecindad de Burriana confía en su Policía y no duda que la captación de imágenes públicas, con todas las garantías que establece la Ley española (una de las menos permisivas y, por tanto, más garantistas de los derechos y libertades públicas), se realiza por su propia seguridad.

    Un quebradero de cabeza para la Policía Local durante el verano son los Chiringuitos de la playa. ¿Qué medidas específicas cree que se deben tomar?
    Como he dicho al principio mi primer objetivo es “escuchar”, ver cómo están las cosas antes de dar mi opinión. En el tema que nos ocupa la opinión del Jefe de la Policía y, por extensión, de la Policía Local, no es una opinión decisoria. La misión de la Policía es hacer cumplir las decisiones de la ciudadanía expresadas a través de sus representantes: las Autoridades políticas, dentro, lógicamente, del marco legal y reglamentario establecido.

    No obstante nuestra opinión sí juega un importante papel en el terreno de la seguridad y en esto seremos implacables, ya hablemos de seguridad vial o ciudadana (en la medida que nos corresponda competencialmente), o de proximidad o mediación  en las que jugamos un importante rol y sobre las que me gustaría incidir:

    El esparcimiento y el ocio, sin duda necesario y recomendable, hace jugar, en este terreno concreto, a tres actores diferenciados: el usuario que reclama el servicio (sin demanda no habría oferta de locales), que desea llanamente divertirse y explayarse en las horas que el mercado laboral lo permite (es decir, noches y festivos y sus vísperas); el empresario (que ejerce su derecho a la creación de empresa y oferta de servicios, además de crear puestos de trabajo y riqueza); y el vecino que, en uso de su derecho, desea descansar y vivir en un entrono pacífico; en resumidas cuentas, tres actores que, a priori, no se colocan en una situación predeterminada de prepotencia o invasión, sino que simplemente desean ejercer sus derechos. El problema empieza cuando la libertad de uno limita o desdibuja la del otro.

    En mi opinión la problemática debe abordarse en la correlación de intereses entre los dos actores principales, los vecinos y los empresarios, primando el derecho del vecino (que reside en un lugar, el cual no puede desplazarse como sí puede el empresario, aun cuando su rentabilidad disminuya) pero intentando, con las mayores dosis de tolerancia, consensuar un escenario óptimo con el empresario. De estos acuerdos (por ejemplo pactos de reducción de aforos por debajo de lo reglamentario para evitar masificación, reducción de horarios o antelación de los avisos de cierre, etc…) nacerá la oferta, cuyo cumplimiento debe vigilar el empresario en los términos establecidos, siempre, por supuesto, respetando el cumplimiento estricto de la ley (evitación del consumo a menores, consumo de drogas, limpieza, etc). Finalmente el usuario encontrará una oferta predefinida, protocolarizada, a la que deberá de ajustarse para mantener el equilibrio antes mencionado entre todos los actores. A la Policía le restará, por supuesto, además de vigilar el cumplimiento de la ley, velar por la seguridad de los asistentes y hacerlo también porque el cumplimiento de los acuerdos se lleven a cabo, e informar de su evolución.

    Tal vez el aspecto que más irrita a los ciudadanos es el ruido de las motos y los acelerones que ocasionan algunos conductores. ¿Se van a establecer controles tanto de velocidad como de ruidos?
    De nuevo un rotundo sí, pero de una manera programática y continuada. Vamos a establecer, dentro del Plan Estratégico, un programa específico de Seguridad Vial que abordará esta y otras cuestiones.

    Los programas se componen de campañas previamente divulgadas que se componen, a su vez, de distintas acciones: unas son los controles en sí mismos (tanto informativos: aquellos que pretenden concienciar al usuario y le invitan al cambio de actitud, por ejemplo con premios al cumplimiento, etc…; como restrictivos: que no se publicitan, como los de alcoholemia no preventivos, y que pretenden la reducción a través de la sanción), pero también otras acciones como el establecimiento de zonas de especial incidencia (incremento de la vigilancia en lugares donde se detectan mayor número de casos y que, por lo tanto pueden cambiar con el tiempo), estudios de las causas del incumplimiento (en colegios e institutos), programas de educación vial, circuitos protegidos (como los escolares o cercanos a centros sanitarios, de tercera edad…), etc.

    Burriana es una ciudad, que tal vez por falta de aparcamiento, ha relajado sus costumbres, y es frecuente ver coches aparcados encima de las aceras, en numerosas calles, sobre todo a partir de las horas en las que la gente llega a casa de trabajar. ¿Cómo cree que debe corregirse esta situación?
    Siento contestar con las mismas respuestas, pero debo decir que primero debo estudiar la situación y abordarlo en el mismo escenario: el programa de Seguridad Vial que, como dije, vamos a diseñar.

    El estacionamiento, como tantas cosas, es un bien escaso, pero no tanto por su número como por su uso. Al igual que en tráfico decimos que la “colisión se produce cuando dos objetos pretenden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo”, la saturación en el estacionamiento se produce cuando son muchos los usuarios que pretenden hacerlo en una misma zona al mismo tiempo. Ello es consustancial, por ejemplo, a los centros urbanos y a las horas punta. La solución, o el intento de su solución, pasa necesariamente por un estudio de la situación que aborde temas como la redistribución, la magnitud real de la indisciplina viaria, la posibilidad de distribución de tiempos, etc., y ello debe abordarse ineludiblemente desde el programa de Seguridad Vial y contando con la dirección de los técnicos municipales en ingeniería, además de, como en todos los casos, con las decisiones adoptadas por la dirección política que, a su vez, han contado con la participación ciudadana general y sectorial: en este terreno deben opinar las asociaciones vecinales (la incidencia no es igual en todas las zonas), los transportistas, los comerciantes (especialmente en los referente a las zonas de carga y descarga los dos últimos), etc…

    ¿Las competencias de la Policía Local son las correctas o se están asumiendo cuestiones que corresponderían a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado?
    Las Policías Locales siempre han abordado todo tipo de competencias cuando ha sido necesario. Es un Instituto que, por su naturaleza, nunca ha dicho un “no” a cualquier necesidad ciudadana. La pregunta, por tanto, hace referencia a las competencias “atribuidas expresamente” a la Policía Local.

    Aclarado lo anterior podemos decir que no, que las competencias legalmente establecidas no son las correctas, o al menos las completas. Quizá lo fueron cuando se promulgaron, con la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de 1986 (aunque, a mi entender, ya no lo fueron, puesto que no se tuvo una visión real de la importancia de las policías locales), pero hoy ha quedado dicha ley claramente obsoleta, desfasada, en lo que se refiere a los cuerpos de Policía Local (la ley sólo destinó dos artículos a un Instituto que supone un tercio de la fuerza policial española, y lo hizo referencialmente, sin desarrollo posterior) cuando no ha supuesto directamente un obstáculo a lo que en la realidad práctica vienen haciendo los cuerpos locales.

    En consecuencia estamos asumiendo competencias no expresamente atribuidas (aunque si compartidas), pero no considero que debamos dejar de realizarlas, al contrario, una reforma legislativa debe clarificar el reparto competencial y atribuir claramente, no las competencias, sino las fases de dichas competencias que pertenecen a uno u otro cuerpo. La coordinación policial no se basa en el reparto, sino en los momentos en que interviene cada cual; en la calle un policía, independientemente de la administración de la que dependa, no puede inhibirse ante una necesidad ciudadana de seguridad, debe actuar. El grado de implicación y de posterior seguimiento es lo que se debe clarificar entre las distintas fuerzas, pero al ciudadano debe serle indiferente a qué tipo de policía pide ayuda.

    Esta es mi opinión, pero también la de la mayoría de los responsables policiales. En este sentido es sabido que la Dirección General de Seguridad, desde la Generalitat Valenciana (las Policías Locales tenemos doble dependencia, local y autonómica), está liderando la postura de reforma de la citada Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Su responsable, la Directora General, Sonia Vega, prepara el dossier donde se propone un mapa multipolicial (como es el español) con un protagonismo local como se merece. Hablamos de sumar, no de dividir.

    ¿Qué espera de sus Agentes?
    Lo que ya tienen: profesionalidad, capacidad de trabajo y sentido del deber, y, ahora, les pido compromiso, compromiso con los proyectos que comenzaremos juntos, que ya se han iniciado desde nuestra concejal, Esther Pallardó, y que los aborden con la misma ilusión como los está impulsando ella.

    Espero de los policías de nuestra ciudad que sepan valorar el papel que juegan en estos proyectos, que sepan valorar que son la pieza clave, el fundamento de estos planes, las personas que se relacionan con las personas, elemento humano sin el cual no tiene sentido ningún proyecto por loable que sea.

    También les pido para conmigo paciencia, tiempo, sólo el imprescindible para asentar los cimientos de las presentes y futuras estrategias. El contenido lo pondrán ellos con su habitual profesionalidad y sus ganas de trabajar para la ciudad a la que nos debemos.

    ¿Qué elementos piensa que deberá tener, para mejorar el funcionamiento de la Policía Local, el futuro Centro Operativo que se pretende construir en Novenes de Calatrava?
     Las dependencias actuales del Cuerpo se nos han quedado un poco pequeñas, ya que en su origen estaban pensadas para una plantilla de unos 50 agentes. A día de hoy casi doblamos este número, por lo que en realidad estamos algo ajustados. Sin lugar a dudas la construcción del futuro Centro que Vd menciona sería muy importante, de modo que podríamos ofrecer una mejor atención a los ciudadanos que requieren de nuestros servicios y que precisan de desplazamiento a nuestra Sede y, por otra parte, los agentes podrían desempeñar sus funciones de un modo más eficiente al disponer de unas instalaciones adecuadas a nuestras necesidades. Pero no sólo debemos tener una visión a corto plazo, sino que esta debe ser más amplia, previendo un futuro crecimiento en la plantilla, la creación de nuevos grupos de trabajo, la aplicación de nuevos medios técnicos, etc…, de modo que nuestro principal objetivo será ofrecer un servicio  de calidad a las ciudadanos de Burriana, a los que nos debemos.

    No obstante, está previsto el alquiler de un local en las inmediaciones de las actuales dependencias municipales que albergará aquellos servicios que no tengan atención al público, lo que hará que se produzca un desahogo en las actuales instalaciones.

    comentarios 2 comentarios
    Un borrianenc
    Un borrianenc
    14/04/2008 06:04
    Avda Jaume I

    También quería hacer alusión al pésimo uso que se está haciendo del aparcamiento en esa Avenida. Hay una permisividad escandalosa para furgonetas y camiones, sobre todo porque claramente hay una señalización que indica Solo Turismos.o se quitan las señales o se hacen cumplir. Entrando a la Avda desde la ciudad y por la ctra del puerto,nada más girar la rotonda, están aparcando unas furgonetas blancas grandes en zona prohibida y con toda la cabina sobre la acera. La caja trasera es un peligro porque invade la calzada. Se ha denunciado varias veces por teléfono y ni caso. Hay coches que aparcan en esa zona pero no molestan. Deberemos enviar fotos a la prensa. Entonces nos harán caso.

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