La escasez de tejido empresarial lastra todavía más las cuentas municipales de Burriana
No cabe duda que el sector de la construcción está siendo determinante en la reducción de los presupuestos municipales de todas las poblaciones; sin embargo, unas más que otras, disponen de ingresos procedentes de otras actividades empresariales a través del IAE o el IBI vinculado a la actividad industrial.
En Burriana existen 311 empresas que pagan el Impuesto de Actividades Económicas al Ayuntamiento. En el año 2003 se aprobaron unas exenciones por las que todas las empresas dejaron de pagar IAE salvo aquellas que facturan anualmente más de un millón de euros. Pues bien, en Burriana, con 38.000 habitantes, el número de empresas que pagan este impuesto, con independencia de que sean del sector industrial o el de servicios, son 311. Justo la mitad que Onda, que con 24.000 habitantes tiene seiscientas empresas que liquidan este impuesto.
Burriana en el año 2002, antes de la reforma, expedía 2.192 liquidaciones de IAE, pertenecientes a actividades atribuidas a personas físicas y jurídicas. Con la modificación introducida por el Gobierno, el número se redujo a 255 empresas, por las que en 2003 ingresó 220.037 euros, frente a los 1,8 millones ingresados ese año por Vila-real (siete veces más).
Pero no sólo es el IAE, sino el IBI que pagan las naves industriales. Una empresa de Burriana ubicada sobre un solar de 20.000 metros cuadrados ha pagado este año 26.212 euros de IBI urbana; el problema estriba en que empresas de este tipo, de un tamaño grande, existen muy pocas en la ciudad, en comparación a poblaciones como Onda, Vila-real, Almassora o Nules. Y eso pese a que la situación, aunque no suficientemente, ha mejorado con la urbanización del polígono de Carabona y la ampliación del polígono de la carretera de Nules. Burriana, ciudad que hace cien años tuvo hasta 300 almacenes de naranjas, se encuentra todavía a la cola, en cuanto a tejido empresarial se refiere, ya que la industria tampoco ha sido sustituida con la creación de un sector turístico, prácticamente inexistente.
El debate de los cuatro partidos de la Corporación Municipal se centra estos días en cómo reducir los gastos como formula más inmediata para cuadrar los presupuestos. Sin embargo, a medio plazo, surge el debate de cómo aumentar los ingresos, facilitando una mayor actividad empresarial, bien sea industrial o de servicios. Un debate éste que impregno la vida política de la ciudad a finales de los ochenta y principios de los noventa y que se diluyó con la entrada de ingresos atípicos durante diez años, procedentes en su mayoría de plusvalías generadas por la compraventa de terrenos inmersos en PAI que actualmente siguen siendo un proyecto plasmado sobre un plano.
Y quien paga el pato?. Como siempre el de a pie. pero que manera de arruinar al pueblo, menuda administración, tienen estudios o, es uno de esos de siempre, el enchufado. Nadie pone el grito en el cielo por esos impuestos que nos hacen pagar, pero.. es un robo con todas las de la ley, que tengas que pagar por una cosa que es tuya, bueno, una burrada. Parece mentira que en este caso estemos callados y no nos quejemos, ni manifestemos en estos casos. Increible!!