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La emotiva carta de despedida de una médico de un centro de salud de Burriana

La emotiva carta de despedida de una médico de un centro de salud de Burriana
  • “Los burrianenses tienen que estar bien orgullosos del espectacular elenco de profesionales con los que cuentan en sus centros de salud”

La pandemia nos deja diariamente noticias tristes pero, de vez en cuando, nos permite contar historias bonitas, de superación, solidaridad y que nos recuerdan que detrás de cada dato, de cada sanitario hay personas.

Hoy os traemos la historia de Eva, una médica de familia de Llíria que terminó la residencia de Medicina Familiar en Valencia justo cuando empezó la pandemia. En plena incertidumbre por su futuro laboral, la vida le llevó a un centro de salud de Burriana, donde se estrenó oficialmente como médica.

Tras ocho meses luchando contra una situación sanitaria única, Eva termina su etapa en Burriana y ha querido dedicar estas bonitas palabras a sus compañeros y a todo el personal del centro: “Esta pequeña consulta de Planificación Familiar ha sido mi casa, pero el Centro de Salud de Burriana ha sido mi familia”.

Mi nombre es Eva y soy médica de familia. Aunque a veces siento que esas tres palabras me vienen demasiado grandes; quizás por mi corta experiencia, o quizás por el respeto que les tengo a tod@s l@s médic@s de familia que se enfrentan cada día con uñas y dientes a la cara más oscura del coronavirus. No obstante, espero que esas palabras sigan quedándome holgadas para siempre.

Acabé la residencia de Medicina Familiar y Comunitaria hace sólo 8 meses en Valencia. A pesar de la pandemia mis compañeros de promoción y yo lo habíamos conseguido: éramos médic@s. Y entonces nos enfrentamos a la incertidumbre de cuál sería nuestro futuro laboral en medio de una pandemia mundial. Algunos se quedaron en los centros de salud, otros en urgencias de Atención Continuada, otros en urgencias hospitalarias,… Y yo tuve la suerte de que me dieran la oportunidad de ser médica de Planificación Familiar en Burriana.

Ya conocía Burriana y algunos amigos al saber de mi próximo destino me recordaban la célebre frase “Burriana, París y Londres” que hace homenaje al orgullo de los burrianenses. Con muchas dudas, nervios, pero sobretodo ilusión empecé mis primeras semanas en la Unidad de Salud Sexual y Reproductiva. Allí he sido muy feliz. He aprendido mucho cada una de mis compañeras, de los dos residentes que han completado su formación allí y de cada mujer que acudía a la consulta. El equipo que tenemos en la Unidad es maravilloso y no me cabe la menor duda de que seguirá dando lo mejor para las mujeres a quienes atendemos a diario.

Esta pequeña consulta de Planificación Familiar ha sido mi casa, pero el Centro de Salud de Burriana ha sido mi familia. Cuando llegué no me imaginaba que en solo unos meses, es@s desconocid@s a quienes saludaba cordialmente por los pasillos se iban a convertir en grandes amig@s, que espero no perder nunca de vista. Pero es que además de grandes personas son un@s profesionales maravillosos y he sido testigo de cómo se desviven por sus pacientes y cómo prolongan cada día su jornada laboral y al llegar a casa continúan estudiando, aprendiendo, elaborando protocolos y organizando y estructurando los recursos, para dar al día siguiente lo mejor de ell@s mism@s. Gracias a todo el equipo de mostrador, limpieza, administrativo, técnico de rayos, trabajadoras sociales, enfermería y medicina. Sois unos grandes y los burrianenses tienen que estar bien orgullosos del espectacular elenco de profesionales con los que cuentan en sus centros de salud.

Y, por último, me despido. Con una mezcla de tristeza y motivación empiezo una nueva etapa de mi vida profesional. Gracias a todo el Centro de Salud de Burriana y a toda su población por acompañarme en estos meses, por apoyarme, arroparme y hacerme sentir como en casa. Ojalá nuestros caminos vuelvan a unirse.

Eva Ibeas Martínez

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