La conselleria afirma que la zona de protección de aves en Santa Bárbara se mantiene a criterio de los técnicos

La Consellería de Medi Ambient, Aigua, Urbanisme i Habitatge sostiene que la Zona de Especial Protección para la Aves (ZEPA) de la Desembocadura del Millars se ha mantenido tal y como estaba porque así correspondía, según el criterio de los técnicos. Y todo ello a pesar de que un mes después de se sometiera a información pública el proyecto de ampliación y adecuación de la red ZEPA, en enero de 2008, el Conseller, José Ramón García Antón respondió a una pregunta parlamentaria diciendo textualmente que “la zona ZEPA de la Desembocadura del Millars se reducirá en 30,36 hectáreas para adecuarse a la delimitación de zona húmeda y la de paisaje protegido”.

Desde la Consellería han asegurado que la zona ZEPA no impide el hecho de que en ese entorno se desarrolle cualquier actividad, y concretamente, por lo que a la práctica del golf se refiere, señalaron que cuando el proyecto de Santa Bárbara entre en la Consellería (actualmente está incluido dentro del Concierto Previo), y se apruebe la declaración de impacto ambiental, ya se considerará si se deja o no construir el campo de golf en este emplazamiento.

Por su parte desde el Ayuntamiento ya han empezado a trabajar en el recurso, anunciado anteayer por el alcalde, y que irá encaminado a demostrar que no tiene sentido mantener una zona ZEPA por encima de la delimitación establecida en el catálogo de zonas húmedas de la Comunidad Valenciana aprobado por acuerdo del Consell de 10 de septiembre de 2002 y la declaración de Paisaje Protegido por Decreto 79/2005 de 15 de abril de ese mismo año.

En abril del año pasado el Grupo para el Estudio y la Conservación de los Espacios Naturales (GECEN) denunció que la Consellería de Medi Ambient había permitido la transformación en naranjales de una zona de 30 hectáreas (360 hanegadas) de la desembocadura del Mijares y que pretendía descatalogarlos como zona protegida de aves (ZEPA) para ser urbanizados a través del proyecto de Santa Bárbara Golf. “Primero se transforma la zona en naranjos, después se desclasifica y ya está lista para el hormigón”, señalaron a través de la agencia EFE. Los ecologistas anunciaron que acudirían a los tribunales de seguir la Consellería con la desprotección de esas 30 hectáreas respecto a las 351 de la zona ZEPA inicial.

Desde el Ayuntamiento pretenden alegar y demostrar que esas 30 hectáreas no corresponden a una nueva transformación de naranjos si no que en su mayoría forman parte de la finca del Palaciet, que junto a la de Mascarós, son las dos fincas de cítricos más antiguas que posee Burriana, como constatan múltiples estudios históricos sobre citricultura en la Comunidad Valenciana. La finca del Palaciet o la Pola, como también se le conoce, se plantó en 1847, hace 162 años, por José Polo de Bernabé. Allí realizó sus experimentos con el Nitrato de Chile y las primeras variedades de mandarinas. Desde la playa de Santa Bárbara, junto a la finca, Burriana exportó sus primeras naranjas hasta el sur de Francia con veleros mallorquines de Soller que se dedicaban al comercio de cabotaje por la costa, antes de hacerlo desde la playa del Grao. Esta finca posee una de las casas rurales más bellas de todo el término municipal, conocida como el Palaciet, de arquitectura historicista de principios del siglo XX.

Desde el Consistorio entienden que poco sentido tiene mantener una zona de protección de aves en una finca citrícola que se fumiga periódicamente, y en la que desde hace siglo y medio se realizan todas las labores propias del cultivo naranjero.

Desde la empresa que lidera Sotogrande valoran seriamente echar la toalla a la vista de tantos impedimentos, pues en el tiempo que llevan con el tema de Santa Bárbara ya han construido dos complejos turísticos el doble de grandes, uno en Punta Cana y el otro en Santo Domingo. Antes de determinar su emplazamiento en Burriana recorrieron todo el Mediterráneo: Córcega, el mar Adriático, Turquía, Grecia… y al final sólo encontraron un lugar que reunía todas las condiciones: Santa Bárbara en Burriana. Sin embargo, nunca llegaron a imaginar que iban a tener tantos problemas.