El coloquio sobre el dopaje organizado por el Aula Vicente Moliner, fiel a su título, deja luces y sombras

La mesa redonda celebrada esta tarde para reflexionar sobre el fenómeno del ‘doping’, organizada por el Aula Vicent Moliner i Nadal, ha hecho honor a su título y ha dejado luces y sombras a los numerosos asistentes que han acudido al Centro Social de la Caixa Rural Sant Josep.

Han participado Fernando Escartín, ex ciclista profesional; Chema Rodríguez, periodista especializado en ciclismo; el burrianense Kiko García, ex ciclista profesional; Lois Maiquel Martínez, lanzador de disco del Playas de Castellón; y Daniel Anglés, lanzador de peso, y capitán del Playas. Ha actuado como moderador el entrenador de atletismo del Playas de Castellón Antoni Simarro, quien en su introducción ha apuntado que el ‘doping’ del futuro parece predestinado a la manipulación genética para generar sustancias endógenas y no realizar aportes exógenos, como sucede ahora.

De las intervenciones realizadas por los deportistas, cabe resaltar afirmaciones como que un campeón no se consigue con productos químicos sino con cualidades, entrenamiento y mucho sacrificio. “De un burro nunca se puede hacer un caballo de carreras”, ha apuntado Fernando Escartín. También se ha puesto de relieve que un deportista de élite no puede pasar con pan, agua y entrenamiento, y para eso existen productos permitidos, denominados de clase ‘A’, que para nada son dopaje, como glutamina, creatina, aminoácidos, proteínas e incluso inyecciones de vitamina B.

Sin embargo, el periodista Chema Rodríguez ha hecho de abogado del diablo, y a fe que lo ha conseguido, al señalar que en este tema hay mucha hipocresía, y el problema aquí no es que compitan burros contra caballos, sino que lo hacen los mejores caballos, unos contra otros, y todo se decide por una mínima diferencia.

Llegados a este punto ha contado un cuento para ilustrar sus argumentos: “Había un pueblo en el que se celebraba una carrera entre dos paisanos. Uno siempre ganaba al otro, hasta que apareció un médico que le ofreció al que siempre perdía un brebaje, y ese año consiguió vencer. Al año siguiente el que siempre vencía acudió al médico, quien le preparo el brebaje, y volvió a ganar. Al final ganó el de siempre, y el único que se benefició fue el médico”. “Alberto Contador gana el Tour porque sin duda es el mejor, y no porque tome algo que los demás no tomen”, ha aseverado. El periodista ha abogado por hablar claro, establecer unos niveles para los productos dopantes, que no se presten a confusión, como en el clembuterol, y clarificar las reglas de juego.

Chema Rodríguez ha iniciado su intervención asegurando que es una persona corrupta “porque reconozco que he pagado facturas en B, o he conducido por la autopista a más de 120. “Todos intentamos hacer trampas, lo que no sé es ¿por qué tanta pureza en el deporte? El doping existe y está ahí. ¿Hay que perseguirlo?, sí. ¿Hay que sancionarlo?, sí. Pero también hay que establecer unos niveles, cambiando la normativa”.

En este sentido también se ha pronunciado Kiko García quien se ha cuestionado qué es peor para la salud, “si después de 21 días corriendo un Tour, con etapas de más de 200 kilómetros, terminas con 35 de hematocrito y una anemia de caballo, o en niveles normales de 42 o 43, sin que se resienta la salud, y poder correr la Vuelta a España”. Kiko García ha defendido que sería mucho mejor que se permitieran ciertas ayudas, como en la NBA, donde juegan tres partidos a la semana y no pasa nada.

Pese a que nadie ha admitido justificación alguna al dopaje, sí se han enumerado distintos aspectos que hacen humanamente comprensible por qué un deportista puede llegar a tener la tentación de tomar atajos. Entre ellos, las dificultades económicas, la necesidad de obtener resultados para conseguir becas, o rentabilizar la imagen personal y la de los patrocinadores.