Casi uno de cada cuatro burrianenses es de procedencia extranjera, lo que ha favorecido que la ciudad supere los 38.000 habitantes

Casi uno de cada cuatro habitantes de Burriana es extranjero. Burriana se ha convertido en los últimos diez años en una enorme Torre de Babel en la que conviven 73 nacionalidades y un apátrida. Respecto al último padrón han desaparecido como nacionalidades Egipto, Kenia y Libería, pero se han incorporado ciudadanos de Dinamarca, Etiopía, Gambia, India, Nicaragua, República de Corea y Suecia. Muchos burrianenses, hasta hace 40 años, jamás habían visto a una persona de color. El primero que recuerdan las personas de una cierta edad fue Robert Ajavon, representante ante las Naciones Unidas de la República de Togo y embajador de su país en Estados Unidos y Canadá, que pasó el verano de 1967 en la ciudad porque su chófer en Nueva York era de Burriana. Hasta entonces, Sydney Poitier en la gran pantalla, y poca cosa más. Hace diez años Burriana tenía sólo 740 extranjeros; actualmente tiene 8.464, el 22,22 % de la población que ha alcanzado por primera vez los 38.000 habitantes.

No obstante, el crecimiento poblacional ha experimentando un importante frenazo, ya que durante el 2008 sólo se ha incrementado la población en 530 habitantes, tras los espectaculares aumentos poblacionales de 1.850, 1.676 y 1.396 habitantes en 2005, 2006 y 2007, respectivamente. De los nuevos vecinos, 143 son de nacionalidad española y 387 de origen extranjero. En los últimos seis meses sólo ha crecido la población en 153 habitantes, y es muy probable que durante el 2009 la cifra entre en recesión a causa de la crisis económica.

El próximo mes de febrero las cifras se corregirán a la baja con la revisión bianual prevista del Padrón Municipal, que obliga a los extranjeros a renovar el empadronamiento cada dos años, por lo que puede disminuir entre 500 y 700 personas la cifra real de habitantes de la ciudad, “personas que siguen empadronadas oficialmente en Burriana pero que ya no residen aquí”, según ha apuntado el concejal Juan Granell. Además, la celebración este año de las Elecciones al Parlamento Europeo obligará a comprobar el censo, en el que están incluidos los nacionales de Rumania y Bulgaria, que suman en Burriana casi 4.000 personas, según el Padrón Municipal.

Por lugar de procedencia, rumanos (3.690) y marroquíes (2.655) suman el 75 % del total de extranjeros, seguidos de argelinos (328) y colombianos (271).

Juan Granell ha analizado la evolución demográfica de Burriana en los últimos diez años, en los que la población ha experimentado el mayor crecimiento de su historia en el menor tiempo, con 11.031 nuevos vecinos, 3.953 españoles y 7.078 extranjeros. En las anteriores décadas el incremento poblacional fue de 1.384 habitantes en los 90 y 551 en los 80.