Cara y cruz para el Mobercas y el Gufresco C.B. Burriana

Último partido de esta fase de nuestras guerreras, el Gufresco C.B. Burriana, el que se disputaba este sábado en el Pabellón La Bosca. En juego estaba el segundo puesto, que daba el pase a cuartos de final, aunque lo tuvieran asegurado como uno de los mejores terceros. Y el rival no era otro que el tercer clasificado, el C.B. Llíria, que ya nos había derrotado en la primera vuelta por solo dos puntos. Con todos estos condicionantes se presentaban las jugadoras de Consuelo, a darlo todo para conseguir la victoria.

Empezaron el encuentro muy fuertes, con gran acierto en ataque y con una buena defensa para finalizar el primer cuarto con un parcial de 24-9. A partir de ese momento se relajaron y fueron superadas claramente por el equipo rival en el segundo cuarto, con las nuestras fallando más de lo debido y con peor defensa. El marcador mostraba un, aun no preocupante, 33 – 23.

En el tercer cuarto las fuerzas han estado más igualadas, despegándose en el marcador con un esperanzador 49 – 37. Sin embargo, el último cuarto ha sido de infarto, con nuestras jugadoras, otra vez, con un porcentaje de tiro bajo y con un equipo de Llíria más centrado, lo que las ha llevado a una pequeña remontada hasta ponerse a 4 puntos. Pero a partir de ese momento y con menos de 5 minutos por jugar, las nuestras han robado varios pases de las rivales, han mejorado en defensa y han acertado casi todo lo que han lanzado para ganar finalmente de 11 puntos, 63 – 52.

Con esta victoria alcanzan la tan ansiada segunda plaza, después de disputar una brillantísima segunda fase, con 7 triunfos y solo 3 derrotas. Ahora solo queda esperar el rival de Cuartos de Final que saldrá del sorteo que se celebrará esta semana.

En cuanto al Mobercas C.B. Burriana, la suerte ha sido esquiva, aunque hay mucho que analizar. El viaje a Sant Vicent del Raspeig, para disputar el segundo encuentro de esta Fase de Descenso, ha transcurrido con normalidad, pese al madrugón. Viajar con los chicos te hace ver el buen ambiente entre ellos y la implicación de todo un equipo, aunque más que un equipo, es un grupo de amigos que disfrutan con el baloncesto y nos hacen disfrutar a los incondicionales que les seguimos, sobre todo en esta recta final de la temporada, regalándonos grandes partidos.

Iniciaron la temporada inseguros, faltos de ritmo, pero a medida que van pasando las semanas nos demuestran que son capaces de medirse con los rivales, teóricamente favoritos, de la primera División Nacional. El partido de hoy ha sido un claro ejemplo de como se juega a este deporte. Han movido el balón en ataque hasta desquiciar al equipo contrario, con unos directores de orquesta, como son Ramón y Víctor, subiendo el balón y organizando el juego de forma magistral; han desarrollado un juego exterior implacable, con un exquisito Simarro en triples y entradas a canastas, un guerrero como Grau, batallando con la defensa contraria y dándolo todo como en cada partido, Urbaneja, metódico y entregado, pese a estar algo mermado físicamente; han trabajado muy duro en las dos áreas, nuestros "grandes", Orenga, Manolo y Markus, inconmensurables, dominando el rebote en defensa, peleando el aro en ataque y apabullando a sus pares; y sin olvidarnos también de los que a buen seguro serán el futuro de nuestro Club: Luis, Ángel y Kike. Con este grupo humano, José Luis y Evaristo, con su experiencia más que demostrada, han sabido unir todas las piezas de este puzle para crear un gran equipo de baloncesto.

El partido de hoy se presentaba muy complicado por lo que se juegan todos los equipos a esta altura de la temporada. Desde el principio nuestros jugadores mostraron sus intenciones, que no eran otras que encauzar una victoria con un juego fluido y vistoso y así sucedió en los tres primeros cuartos, donde se llegó a su término con 18 puntos de ventaja, 46 – 64, que no hacían más que mostrar lo que sucedía en el pabellón, una superioridad imparable en todas las fases del juego. Pero , a partir de ese momento, un comentario del entrenador local a uno de los colegiados hizo cambiar el rumbo del partido. En pocos minutos el dúo arbitral se convirtió en el protagonista del partido, pues se encargaron de repartir faltas personales como si de una tómbola se tratase. En cinco minutos teníamos prácticamente a todo el banquillo sentado con cinco faltas personales. El equipo local dispuso de casi veinte tiros libres y consiguieron llegar a algo que parecía premeditado... una prórroga, con los jugadores de campo hundidos por todo lo que estaba pasando y un equipo local crecido por tanto "desacierto" arbitral. El resultado final, 100 – 96, no refleja el juego visto en una pista en pésimo estado, indigna de la categoría que disputan. El resultado es el guión escrito por dos actores que no pueden convertirse en protagonistas de una película que les vino grande. Ahora solo queda levantarse, pensar en el siguiente partido y seguir luchando hasta el último segundo.