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Las becas Cañada Blanch cumplen 15 años

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    El salón de sesiones del Ayuntamiento de Burriana ha sido escenario esta tarde del acto de entrega de las becas para perfeccionamiento de la lengua inglesa que cada año –y desde hace tres lustros- concede la Fundación Cañada Blanch a seis estudiantes de Bachillerato de la ciudad con un brillante expediente académico.

    Los merecedores de sendas estancias en el Reino Unido para el próximo verano han sido Adrián García Pérez y Edgar Arribas Gimeno, del Colegio Salesiano San Juan Bautista; Lucía Tabas Pérez y Samuel Saera Gallén, del IES Llombai; y Olga Freixes Sancho y Elena Gurrea Almela, del IES Jaume I.

    El acto de hoy ha tenido como aliciente la participación del burrianense Vicent Franch, autor de la biografía Vicente Cañada Blanch (1900-1993). La voluntad de mecenazgo, quien se ha dirigido a los alumnos becados para transmitirles la importancia del aprendizaje de idiomas y ha recordado en este sentido el empeño de Vicente Cañada Blanch –que llegó a Londres sin conocer el inglés- en que los jóvenes españoles que estudiaban en el Reino Unido conocieran a fondo esta lengua y la cultura anglosajona para, sin perder sus raíces, integrarse en sus lugares de destino.

    El alcalde, José Ramón Calpe, ha expresado en esta decimoquinta entrega de las becas la importancia de que los alumnos premiados no sólo se beneficien de esta experiencia didáctica, sino que también conozcan la figura de Vicente Cañada Blanch, al que Burriana reconoció el pasado 12 de noviembre –a título póstumo- como Hijo Predilecto de la Ciudad.

    “Vicente Cañada Blanch fue una de las grandes figuras que ha dado Burriana durante el siglo XX”, ha expresado Calpe, quien destaca el hecho de que lograra reunir una gran fortuna para dedicarla al mecenazgo, con el interés de que los jóvenes pudiesen mejorar su formación para garantizarse un porvenir, “consciente de que el conocimiento es una herramienta fundamental para la prosperidad de los pueblos”.

    Por su parte, el burrianense Miguel Dols, vicepresidente de la Fundación Cañada Blanch y colaborador muchos años del propio mecenas, ha felicitado a todos los alumnos por su esfuerzo y merecido premio y les ha explicado en qué consiste la beca, que incluye la matrícula la docencia, el viaje y una estancia de tres semanas en el Reino Unido para perfeccionar el inglés.

    Los alumnos tendrán la oportunidad de visitar diversas ciudades del Reino Unido, la Embajada de España, el Instituto Cervantes, el Instituto Español Cañada Blanch de Portobello Road y el Centro Cañada Blanch de la London School of Economics, donde serán recibidos por el hispanista Paul Preston.

    Vicente Cañada Blanch y la fundación Cañada Blanch
    Vicente Cañada Blanch nació en Burriana en el año 1900. Hijo de un comerciante de naranjas, cuando contaba con 20 años de edad se trasladó a Londres para trabajar en el mercado de frutas del Covent Garden. Su gran conocimiento del negocio, le llevó a convertirse en el primer agente español importador de naranjas y verduras del Reino Unido.

    Su actividad comercial, que rápidamente se extendió por otras ciudades de Europa, como Hamburgo y Liverpool, corrió paralela a una importante actividad filantrópica que le valió ser condecorado varias veces por el Gobierno Español y por el Británico.

    Persona consciente de los problemas de los emigrantes, Cañada Blanch realizó importantes aportaciones para la creación de colegios dirigidos a los hijos de los emigrantes españoles en Europa, América y Australia. En el distrito londinense de Greenwich, adquirió un edificio destinado a la enseñaza, que posteriormente se trasladó a Portobello Road y que en la actualidad continúa funcionando con el nombre de Instituto Español Cañada Blanch Blanch.

    La culminación de su espíritu filantrópico fue la entrega, tras su muerte en el año 1993, de su patrimonio a la Fundación Cañada Blanch de Valencia, que pasó a ser depositaria de todos su bienes y sucesora de la labor social que él comenzó.

    La Fundación Cañada Blanch, constituida en 1970 a partir de la donación de su patrimonio –aproximadamente unos 12 millones de euros- por parte de Vicente Cañada Blanch, mantiene vigente los ideales que alentaron su establecimiento. En primer lugar, la búsqueda, conservación y difusión de los saberes en un deseo permanente por promover el progreso cultural de los jóvenes valencianos. En segundo, la colaboración con la comunidad universitaria para la adecuación de la formación a las necesidades con la sociedad. Por último el fomento de colaboración cultural e intercambio informativo con prestigiosos centros y profesores del Reino Unido.

    Estos ideales a lo largo de este período de existencia de la Fundación han dado un fecundo e inestimable fruto: un patrimonio cultural, científico y educativo, habiendo ampliado el marco o ámbito de sus actividades siempre incardinadas en su entorno cultural, científico y de debate moral.

    La Fundación constituye sin duda una de las Instituciones privadas de mayor prestigio en España y más particularmente en la Comunidad Valenciana y aquélla que desarrolla una actividad más intensa, más continuada y más consolidada en los ámbitos culturales del Reino Unido, siendo un ineludible referente de la cultura española.

    La Fundación es gestionada a través de un Patronato cuyos miembros proceden de diversos ámbitos del mundo empresarial y cultural. Esta institución cuenta además con un apreciable fondo artístico.

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