El ayuntamiento repara los desagües del campanario taponados por huesos de aceituna defecados por los estorninos del ficus de El Pla

El campanario de Burriana ya no volverá a sangrar óxido y suciedad por una de sus saeteras, como ha ocurrido por espacio de más de un lustro. El Ayuntamiento, informó el concejal de cultura, Enrique Safont, ha reparado los desagües de la torre que además de estar rotos se encontraban taponados, principalmente de huesos de aceituna depositados por los estorninos que duermen en el ficus de El Pla, problema este que se extiende a la mayoría de tejados del casco antiguo, incluidos edificios públicos, como es el caso de la casa Consistorial. También se vio afectado el Museu de la Taronja, que sufrió una inundación el 29 de octubre de 2008, al verse taponados los desagües de su terraza superior, lo que motivo que tuviera que cerrarse dos días.

Las aceitunas son el alimento preferido de estas aves durante los meses invernales, como se puede apreciar en los tejados próximos al dormidero de El Pla. Estos huesos provocan que se taponen sumideros y desagües.

En el ficus de El Pla pueden concentrarse hasta la primavera miles de estorninos, de la especie pinto. La presencia de los estorninos es regular todos los años, principalmente desde octubre a marzo. La mayoría proceden del centro de Europa (Suiza, Alemania, Hungría, Austria…) y del oriente del continente (Polonia, Rusia, Bulgaria). Muchos llegan incluso hasta el Atlas y los bordes septentrionales del Sahara donde comen dátiles. En cambio, en esta zona, durante los meses invernales, los bandos se abaten sobre los olivares del Palancia y el Maestrazgo donde causan numerosos daños. Por espacio de dos meses las aceitunas procuran el principal alimento de estos pájaros. Diariamente se trasladan entre 50 y 100 kilómetros, en línea recta del dormidero, para encontrar las aceitunas, cuyos huesos defecan en el entorno en el que pernoctan, como ocurre en los tejados del centro de Burriana.

El concejal de cultura, Enrique Safont, señaló que hay un desagüe de la terraza superior que desemboca en la sala de campanas, y desde allí hay una tubería, que estaba partida, que va a una de las saeteras. Esa tubería ha sido reparada y ahora sobresale unos centímetros de la torre para caer al vacío sin tocar los sillares hasta el patio trasero del edificio de la Caixa Rural. En cuanto a los huesos de aceituna indicó que una vez conocido el problema se hará un seguimiento, en especial durante los meses en los que existe una presencia masiva de estorninos, para evitar que taponen los desagües.

El sumidero situado en la terraza superior también se encontraba embozado y ha provocado filtraciones en el habitáculo existente entre ésta y la bóveda de la sala de campanas. Safont comentó que los daños son principalmente en la escayola, aunque por parte de los técnicos municipales se está estudiando si hubiera daños de mayor consideración.

La terraza superior del campanario, situada a 51 metros de altura, tiene 28 metros cuadrados. Es decir, que sólo en las lluvias de finales del pasado mes de septiembre recogió 12.208 litros, que el campanario evacuó como pudo, debido al taponamiento de los desagües, bien a través de la saetera - y por espacio de más de una semana - o precipitándose por el interior de la torre hasta llegar a las escaleras góticas de la base.