El ayuntamiento alcanza un acuerdo para comprar los dos pisos que hay sobre la entrada del teatro Payà por 360.000 euros

El Ayuntamiento de Burriana ha firmado un contrato de compraventa para la adquisición, mediante formalización de escritura pública, de los dos pisos situados sobre el vestíbulo del Teatro Payà en el camí d’Onda, nº 30 por valor de 360.000 euros, a razón de 180.000 euros por vivienda. El 28 de diciembre de 2000 el municipio adquirió todo el teatro con una superficie en planta de 1.385 m² por 1,14 millones de euros, de los que 96.162 euros los puso el Ayuntamiento, y 1.045.761 euros la Generalitat y la Diputación, previa suscripción de un convenio.

Sin embargo, por acuerdo con los propietarios, no se adquirió el vuelo de la finca que hay sobre la entrada al teatro, que cuenta con dos pisos, aunque es posible construir hasta siete alturas. Esto le granjeó al Partido Popular las críticas por parte de los partidos de la oposición, que además de no estar de acuerdo con la adquisición del inmueble, veían que no se había cerrado un buen acuerdo dejando en manos privadas el futuro desarrollo de la fachada principal del teatro.

El proyecto de rehabilitación, ampliación y adecuación del Teatro Payà, cuyas obras se iniciaron el pasado mes de abril, se ciñó a lo que era propiedad municipal, adaptándose al inmueble adquirido en diciembre de 2008. Con todo, pese a que en 2008 se realizó una auditoria técnica por parte de la empresa AT Control, cuando recientemente se iniciaron los trabajos en el vestíbulo, se pudo comprobar que toda la estructura portante, que sostiene el peso de las dos viviendas superiores, padece severas patologías, lo que llevó al arquitecto director de la obras, Javier Tena, a solicitar que se intentara adquirir ambos inmuebles, pues era más cara la nueva estructura que había que hacer para aguantar con garantías todo el vuelo del edificio, que lo que podría suponer la compra de ambos pisos.

A partir de ese momento se iniciaron conversaciones con los propietarios, y se solicitó una valoración de los inmuebles de 116,60 m² y 121,40 m², respectivamente, por parte de los servicios técnicos municipales, sellándose finalmente el acuerdo el pasado miércoles día 13 de octubre, por un precio de 360.000 euros. Este importe se pagará con cargo a la cantidad de 1.757.521,27 euros de mejoras con que contaba la obra, por parte de la empresa adjudicataria Dragados, S.A., tras respetar el precio de la licitación, que ascendía a 4.208.973,50 euros.

La adquisición de todo el vuelo de la propiedad situada en el nº 30 del camí d’Onda ha motivado una importante modificación del proyecto, que ya ha avanzado el arquitecto, Javier Tena, y que se ha remitido para su aprobación por parte de la Consellería de Cultura, con cuyos responsables ha estado reunido el concejal Enrique Safont, hasta en cuatro ocasiones, durante las últimas semanas, para ir allanando el camino. En cuanto se aprueben los cambios y el Consell certifique el pago, se formalizará la escritura de compraventa de las dos viviendas y se podrá proceder a su inmediato derribo, lo cual es condición sine qua non para que avancen los trabajos, algo ralentizados por la nueva situación planteada, aunque el máximo responsable de la obra sostiene que todavía se pueden cumplir los 10 meses que habían calculado.

Las principales variaciones que va a sufrir el proyecto es que no se va a mantener la actual fachada, cuyo diseño será idéntico al resto exteriores de las calles Vicente Marco Miranda y Hortolans, a base de cerámica y cristal. El frontis del camí d’Onda será algo más ancho al incorporar el espacio que actualmente ocupa la puerta de acceso a las dos residencias superiores. Sobre el vestíbulo se construirán tres plantas, y no dos, como hay ahora, aunque la estructura se ha calculado para que pueda soportar hasta las siete alturas que permite el plan general, por si en un futuro se valora ampliar. La primera planta se integrará con la antesala del anfiteatro. En la segunda se instalarán las oficinas, que previamente estaban proyectadas en la planta baja que recae a la calle Hortolans, donde ahora se adecuará una sala polifuncional. Ese mismo uso tendrá la tercera planta que se va a construir sobre el hall, aunque preferentemente se utilizará como sala de proyecciones. Todo este conjunto de novedades ha obligado asimismo a cambiar de ubicación el ascensor, necesario ahora en la parte frontal del edificio.