La amenaza de lluvia reduce la presencia de niños en la persecución de "els cabuts"

Esta tarde ha tenido lugar la tradicional persecución dels cabuts, preludio de la fiesta de la Mercè que se celebrará mañana con la misa y la procesión. Los cabuts no se han amedrentado por la lluvia y han salido a la calle como vienen haciéndolo desde 1922. Sin embargo, el tiempo sí ha influido en la menor presencia de chiquillería que no abarrotaba la plaza de la Mercè como en ediciones anteriores.

“Els cabuts”, escoltados por la Colla de Dolçainers i Tabaleters de Borriana, han recorrido varias veces el circuito de la plaza de la Mercè, plaza José Iturbi, Ausias March y Sant Pere Pasqual detrás de un gran número de niños que huían despavoridos "dels carxots dels cabuts". Tanto els cabuts como los niños han empleado tubos de cartón, muy solicitados en tiendas y en el mercado exterior de esta mañana. Algunos, no tan niños, que también han recibido lo suyo, han tenido la mala idea de rellenar los tubos para que éstos resultaran más consistentes.

Pese a que la fiesta ha estado a la altura de la ilusión que genera cada año entre los más pequeños, cabe lamentar un incidente al final del acto que desafortunadamente ha podido ver gente menuda. Un joven rumano de unos veinte años, según testigos presenciales algo bebido, ha querido imitar a los niños y le ha dado a un cabut más fuerte de lo normal. Éste se ha quitado la cabeza de cartón yeso y la ha emprendido a golpes y patadas, originándose una pelea. La Policía Local se ha llevado a la comisaría al ciudadano rumano y ha abierto diligencias contra ambos implicados.

Este tradicional pasacalle persecutorio, aunque a veces no lo parezca, es un juego, en el que los niños, verdaderos protagonistas, provocan als cabuts para que les persigan.