Algunos campos abandonados vuelven a darse de alta en el Sindicato de Riegos

Después de varios ejercicios en los que se han dado de baja, cada año, alrededor de 1.000 hanegadas en el Sindicato de Riegos, renunciando al derecho a regar, por la mala situación de la agricultura, unida a las elevadas expectativas generadas por los PAI presentados en la ciudad, se han empezado a producir peticiones de alta en la Comunidad de Regantes, de gente que hace apenas dos o tres años había solicitado la baja, y que ahora se plantea reanudar el cultivo.

Algunos “portells” de acequias, que habían sido sellados, han vuelto a abrirse.

La causa del cambio de opinión, por parte de algunos propietarios, es que a pesar de que casi la totalidad de PAI presentados en su día están contemplados en el Concierto Previo, ante la actual desaceleración que vive el sector de la construcción, nadie garantiza que esas urbanizaciones se vayan a desarrollar antes de un plazo, que en algunos casos, podría alcanzar los quince o veinte años. Esa falta de perspectiva, unida a que la compraventa de terrenos se ha frenado en seco, y a que la última campaña naranjera ha sido bastante mejor que las anteriores, hasta el punto de que puede reportar beneficios, es lo que ha motivado a pensar que para tener la tierra yerma más vale cultivarla e intentar sacar algo, que estar esperando con los brazos cruzados a que llegue el ansiado PAI.

El cambio de planteamiento también está teniendo su reflejo en la venta de productos agrícolas. Después de varios años de continua caída, las ventas de abono en las cooperativas se está incrementado de forma notable durante la presente primavera, a pesar de que el precio de los fertilizantes se ha duplicado, a causa de la demanda mundial por los cultivos para biodiesel, y el empuje de la agricultura de países como China, India, Brasil o Australia.

En el último lustro se han abandonado en Burriana miles de hanegadas a causa principalmente de la mala situación de la citricultura, y a que si arrancabas, eras propietario antes de 1986, y lograbas demostrar que tu huerto estaba abandonado desde hacia tres años, y por lo tanto no estaba afecto a ninguna actividad económica, al formalizar la compraventa para un PAI, quedabas exento de pagarle a Hacienda el 18 %.

La situación ha provocado que en estos momentos haya muchos huertos totalmente abandonados, lo que ha acrecentado significativamente la fauna del término municipal, en especial conejos, cernícalos y todo tipo de rapaces.

El abandono de algunas partidas ha llegado a tal extremo que en el Consell Agrari Municipal, en una reciente reunión, se planteó modificar las ordenanzas para obligar a los propietarios a mantener limpios sus campos, a fin de no perjudicar a las plantaciones vecinas.

En los últimos meses venimos asistiendo a varios hechos que confirman un cambio de ciclo económico, consecuencia de la crisis del ladrillo.

Después de un periodo de crecimiento constante del número de alumnos, nada más empezar el curso se produjeron los primeros casos de algunos padres que tomaron la decisión de sacar a sus hijos del colegio porque se marchaban a su país o a otros puntos de la geografía española. En la segunda mitad del pasado año ya se notó una desaceleración en el ritmo de crecimiento del padrón municipal, que ha sufrido un aumento espectacular en los últimos años.

La semana pasada informábamos de que algunos constructores se habían dirigido al Ayuntamiento para renunciar a licencias de obras ya otorgadas y solicitar el reingreso de parte de las tasas liquidadas. El hecho de que se estén produciendo peticiones de alta para regar resulta otro indicador a tener en cuenta.