El alcalde pide disculpas por las molestias a los propietarios de l'Hereu que recurrieron la adjudicación de Llombai Monges

Calpe pide disculpas en el Pleno a los vecinos que han ganado el recurso contra el acuerdo de adjudicación del PAI Llombai Monges, y se felicita de que existan mecanismos que revisen los actos jurídicos de la administración que resulten lesivos para los intereses particulares.

La concejala de CIBUR, Mariola Aguilera, solicitó que la Corporación pidiera perdón a estos vecinos que han ganado el recurso por el que pedían la anulación del PAI y la adjudicación a Urbanizadora Llombai, S.L., para poder resarcir, de algún modo, las molestias y los gastos judiciales que todo este proceso les ha ocasionado. La propuesta arrancó los aplausos de parte del público asistente, entre los que se encontraban algunos firmantes del recurso, que por tercer mes consecutivo lucían camisetas para protestar ante el plenario.

A la petición de CIBUR, Calpe declaró que “nosotros tomamos una decisión de acuerdo a los informes técnicos y a la doctrina jurídica que se estaba aplicando, y eso ha cambiado, gracias a que los actos de la administración son revisables. No tengo ningún reparo en pedir disculpas a unos señores que han tenido que esperar y soportar durante mucho tiempo que se resolviera su demanda”.

Tanto el grupo municipal socialista como CIBUR, solicitaron que se revisen todos los PAI que puedan verse afectados por la sentencia de Llombai Monges, en el sentido de que los Agentes Urbanizadores posean una determinada clasificación para cumplir la Ley de Contratos del Estado. El concejal de urbanismo, Javier Perelló, anunció que ya se ha pedido a los servicios técnicos municipales que revisen todos estos expedientes “y cuando dispongamos del informe correspondiente se lo haremos llegar y será el Pleno el que decida”. Mariola Aguilera insistió en que esta sentencia marca un antes y un después, por lo que pidió un replanteamiento de toda la política urbanística.

Con los votos del Partido Popular se rechazó la recusación presentada contra el alcalde por los vecinos de l’Hereu antes de que se aprobara la reparcelación del polígono Llombai Monges en base a que un familiar del alcalde era el abogado del Sindicato de Riegos, parte interesada en el PAI por poseer la propiedad de las acequias. La recusación contra el concejal de urbanismo Javier Perelló la había resuelto mediante Decreto el alcalde accidental Juan Granell.

En el capítulo de ruegos y preguntas Mariola Aguilera insistió en la recusación de Javier Perelló, adquiriendo un tono muy agrio el debate, en el que se lanzaron mutuas acusaciones. La concejala de CIBUR insistió en la amistad íntima de Perelló con el gerente de la empresa adjudicataria del PAI Llombai Monges reiterando que era frecuente que se citaran para almorzar y habían visto al concejal en el palco de este grupo empresarial en el Madrigal. También afirmó que el actual coche del concejal, por segunda vez, se lo ha comprado a una empresa “y espero que nos aclare si ésta tiene intereses urbanísticos en Burriana”.

Perelló acusó a Aguilera de actuar de forma torticera. “Puede que almuerce alguna vez con el señor Granell pero le aseguro que almuerzo muchas más veces con usted. Es más, almuerzo tres veces por semana en el Restaurante Pepe, y tal y como están las cosas, por si acaso, les he pedido a todos los que se sientan en mi mesa que me digan si están en algún PAI, para evitar problemas”. “Mire, no quería decírselo, apuntó Javier Perelló, pero usted tiene una doble moral: la que aplica a los demás y la que se aplica a si misma. Usted pretendía aprobar una recusación al alcalde por ser familiar del abogado del propietario de las acequias y usted en Novenes de Calatrava, donde se recalificó terreno rústico en urbano, estuvo vendiendo esas parcelas y cobrando comisiones, mientras intervenía en la aprobación de ese PAI. Y luego almorzar es motivo de recusación”. Mariola Aguilera advirtió a Perelló de que midiera sus palabras “yo no he intervenido en ninguna operación de compraventa desde que soy concejala desde el año 2003. Yo como mucho acudía a la inmobiliaria a pasear a mis hijas. Lo que pasa es que usted con lo del coche tropieza dos veces en la misma piedra”, dijo. A renglón seguido, Aguilera insistió con las preguntas a Perelló, y le pidió explicaciones sobre por qué está trabajando su hija en el Museo de la Taronja a lo que el edil le respondió que su hija está emancipada y hace su vida.

Durante el Pleno, con los votos del Partido Popular, se aprobó una moción para reclamar al Gobierno de España un acuerdo que mejore la financiación a los Entes Locales.

Con el voto de calidad del alcalde, se rechazó una moción conjunta de los partidos de la oposición para que se sancione por incumplimiento de contrato a la empresa adjudicataria de los servicios deportivos en la piscina municipal y en las escuelas deportivas municipales, y solicitar un informe sobre el personal necesario para gestionar estos servicios de cara a decidir una gestión mixta o directa, y en caso de optar por la opción primera, redactar un nuevo pliego de condiciones. Mariola Aguilera, que hizo de ponente de esta moción, pidió antes de la votación que se ausentaran la concejala popular Mª Ángeles Vicent, por ser la empresa propiedad del hijo de su hermana, y del alcalde, por ser también familiar. Calpe dejó claro que era familiar en quinto grado, por lo que no había justificación para ausentarse, cosa que sí hizo la concejala Vicent.