La Escuela de Padres del centro Mariano Ribera mejora las conductas violentas de los menores y el trato de sus progenitores
La directora general del Menor, Rosa Aragonés valora muy positivamente la experiencia de la Escuela de Padres del Centro de Reeducación de Menores Mariano Ribera, un programa de intervención para padres y menores con conductas de maltrato, que "mejora las dinámicas relacionales que exhiben los núcleos familiares, tanto en las conductas violentas o desafiantes que los adolescentes dirigen hacia sus padres, como en los diferentes tratos inadecuados que estos pudieran estar realizando a sus hijos".
En el último año, este centro dependiente de la Generalitat y gestionado por la Fundación Diagrama Intervención Psicosocial, ha realizado un total de 20 sesiones grupales, distribuidas en 10 encuentros, en los cuales han participado un mínimo de 7 menores y un máximo de 10.
"En general, la asistencia y motivación de los adolescentes por participar en el programa ha sido positiva, puesto que se han desarrollado todas las sesiones sin incidentes significativos y un alto nivel de participación", señala la directora general.
El programa de intervención para padres y menores con conductas de maltrato, desarrollado en colaboración con la Conselleria de Bienestar Social, se planteó debido al incremento del número de menores que llegaban al centro para cumplir una medida judicial, presentando graves problemas relacionados con el ámbito familiar, sobre todo conductas desafiantes o agresivas hacia sus padres.
La familia: Un sistema de elementos en interacción
La Escuela de Padres parte de la idea de que "la familia es un sistema de elementos en interacción, donde los cambios que afectan a uno de los miembros influyen en los demás" explica la directora.
En concreto, el programa pretende que los padres entiendan la situación personal y legal de su hijo, manejen adecuadamente posibles sentimientos de miedo o culpa, restablezcan el contacto con sus hijos de forma positiva y desechen pautas anteriores desajustadas.
Con respecto a los menores, se persigue erradicar los comportamientos violentos y las conductas desafiantes hacia los padres, que aprendan técnicas de relajación para reducir su ansiedad y reflexionen sobre cómo le afecta emocionalmente el mantenimiento de determinados secretos familiares, entre otros objetivos.
Por lo que respecta a las características sociodemográficas de los adolescentes que han participado en este programa de intervención para padres y menores con conductas de maltrato, se observa que se trata en su mayoría de varones (71%), con un rango de edad de 15 a 18 años, si bien la edad media se sitúa en los 17 años (42%). Una amplia mayoría eran de nacionalidad española (94%).
Respecto al tipo de familia, se da en mayor media el tipo monoparental, concretamente con la presencia de la figura materna (41%), apareciendo iguales valores para el tipo tradicional, padres separados y familias reconstituidas (18%). Por último, destaca la familia de tipo adoptiva y extensa (23%), "algo que empieza a ser un indicativo de los nuevos tipos de familias, lo cual está muy relacionado con los cambios socioculturales que se están viviendo", asegura Rosa Aragonés.
En total son 17 el número de familias que han participado en la edición de la escuela de padres 2012-2013.
