Danielle Miterrand defiende en Burjassot el agua como un derecho común de todo ser viviente
Vestida de oscuro, silenciosa y con semblante tranquilo, con el rostro ajado por la vida y con los ojos arrugados pero vivos, Danielle Miterrand, viuda del hombre que gobernó la República Francesa entre 1981 y 1995, visitó Burjassot el pasado viernes, 6 de noviembre, para ofrecer una conferencia enmarcada dentro de la Escuela del Pensamiento Crítico, la penúltima de este primer curso denominado Ecología y Democracia.
Antes de iniciar su intervención, ante una audiencia que precisó de un sistema de traducción simultánea para comprender el discurso de la francesa, Ignacio Ramonet hizo un exhaustivo repaso por la trayectoria de Danielle Miterrand, comentando los hechos y actitudes más destacados de su extensa labor social a favor de los colectivos más oprimidos del planeta y en defensa acérrima de los Derechos Humanos.
Su condición de Primera Dama de Francia, durante catorce años, le permitió conocer de primera mano los entresijos de las políticas internacionales pero, lejos de acomodarse en la posibilidad de convertirse en mujer florero, Danielle Miterrand se aprovechó de su posición privilegiada para posicionarse declaradamente a favor de las causas más necesitadas. En este sentido, según el relato de Ramonet, no tuvo problemas en cuestionar ciertas políticas o iniciativas de su presidente y marido ni de decir a la cara lo que pensaba de sus políticas, siempre desde el respeto, a los grandes líderes políticos del panorama internacional.
Al frente de la fundación humanitaria France Libertés - Fondation Danielle Mitterrand, desde 1986, destinada a socorrer a los hombres y mujeres desamparados, emprendiendo acciones de sensibilización y financiación, Danielle Miterrand centró su discurso en Burjassot en el problema que supone el difícil acceso al agua de calidad para un gran porcentaje de la población mundial. Integrante del llamado Grupo del Agua, del que también forma parte Ricardo Petrella, ponente de la EPC hace unos meses, Miterrand afirmó durante su ponencia que “el agua y el acceso a ella debe ser un derecho común de todo ser viviente”. En este sentido, son importantes las acciones e iniciativas puestas en marcha por fundaciones y organizaciones como la que preside pero, sin embargo, éstas se han convertido necesariamente en referentes cuando la verdadera competencia, que es de los gobiernos, no existe o cuando el agua se convierte, para los gobernantes, en una mercancía, susceptible de transacciones de compra y venta.
Que el acceso al agua de calidad sea una realidad para toda la población mundial pasa, según Miterrand, por tres compromisos: la declaración del agua como un bien común, la concepción del agua revertida a la naturaleza en beneficio de las generaciones venideras y el compromiso firme de los gobiernos por incluir en sus constituciones y leyes el agua como un derecho fundamental. En diciembre Danielle Miterrand y la fundación France Libertés estarán presente en la Cumbre del Clima de Copenhague.
La última lección magistral del curso Ecología y Democracia de la Escuela de Pensamiento Crítico tendrá lugar el próximo 18 de diciembre con la ponencia de Tariq Ali.
