Bonig afirma que “es el PSPV el que vive una constante paranoia: la de ver que ni pincha ni corta, y que no tiene ni líder ni estructura unida”
Tras las declaraciones de la socialista Clara Tirado
La coordinadora de Sí a la Comunitat Valenciana del PPCV indica que al PSPV “debería darle vergüenza calificar a una persona de paranoica cuando es una realidad más que evidente que el PP se está viendo sometido a una persecución en toda regla”
La coordinadora de Sí a la Comunitat Valenciana del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig ha aseverado hoy que “es el PSPV el que vive en una constante paranoia: la de ver que es una formación que ni pincha, ni corta; sin líder y sin una estructura unida y cohesionada”.
Bonig se ha referido así tras conocer las declaraciones de la socialista Clara Tirado, a la que ha respondido que “no hace más que caer en la burda crítica de la que hace gala el Partido Socialista en nuestra Comunitat”, al tiempo que ha añadido que “debería darle vergüenza calificar a una persona de paranoica cuando es una realidad más que evidente que el PP se está viendo sometido a una persecución en toda regla”.
Al respecto, la coordinadora regional del PPCV ha lamentado “la campaña de desprestigio que están llevando a cabo los socialistas contar el PP”, que en su opinión, “no hace mas que demostrar la pasta de la que están hechos: la de la crispación y la mezquindad política”.
No obstante, ha remarcado que “estas absurdas declaraciones que nacen del seno socialista no hacen más que remarcar que el PSOE está más pendiente de practicar el juego del insulto que en ejercer de oposición. Esto es un detalle que no se escapa a los ojos de la opinión pública, que no ve al socialismo valenciano capaz, ya no sólo de gobernar, sino ni siquiera capaz de ejercer el papel que debería cumplir como oposición”.
Por último, la dirigente popular ha reivindicado “la gran valía, tanto política como personal, que tienen dirigentes del PP como Ricardo Costa”, por lo que ha instado a los socialistas a que “dejen de perder el tiempo con críticas absurdas, carentes de significado y sin ningún tipo de fundamento”, ha concluido Isabel Bonig.
