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Blasco ayuda a la población infantil de Gaza y subvenciona cirugía ortopédica y reconstructiva

  • A través de la UNWRA, Asamblea de Cooperación por la Paz y Movimiento por la Paz

  • La Generalitat invierte medio millón de euros para aliviar el sufrimiento en la Franja de Gaza

  • Los territorios palestinos están incluidos como prioritarios en el Plan Valenciano de Cooperación

La cooperación valenciana continúa trabajando para aliviar la situación en los territorios palestinos ocupados. La Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía apoya el trabajo de UNRWA, Asamblea de Cooperación por la Paz y Movimiento por la Paz en la Franja de Gaza, en un contexto de crisis humanitaria agravado desde hace un año. Para ello se construyen infraestructuras agrícolas y de riego, se crea empleo, y se atiende psicológicamente a la infancia afectada por el conflicto, además de subvencionar la puesta en marcha de equipos para cirugía ortopédica y reconstructiva.

“Queremos reducir los efectos del conflicto en la población infantil y crear empleo para reactivar la economía”, señala el conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco. Además, más de 200 personas discapacitadas podrán recuperar su autonomía gracias a intervenciones de cirugía ortopédica. La Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía invierte medio millón de euros para aliviar el sufrimiento de mujeres, niños y niñas, personas discapacitadas y la población en general en la Franja de Gaza.

El Comité Español de la UNRWA está creando empleo y reactivando los sectores económicos en la Franja de Gaza para mejorar la situación de la población refugiada palestina, cuyos jóvenes soportan la crisis de desempleo, y cuyas mujeres se encuentran marginadas del mercado de trabajo. La intervención proporcionará empleo a cerca de 150 personas, que se incorporarán a los servicios sociales básicos para la comunidad. “El desempleo afecta al 49% de población trabajadora, uno de los datos de desempleo más altos a nivel mundial”, señala Eduardo Lloret, delegado de la UNRWA en la Comunitat Valenciana.

Según la agencia, en los últimos años se ha incrementado el número de trastornos psicológicos. Es por ello que la UNRWA está empleando a 22 orientadores, con el objetivo de que la infancia se sienta segura, protegida y mejore su confianza después de haber sufrido situaciones trágicas como la pérdida del hogar o de un miembro familiar cercano. “Aunque los afectos a largo plazo parecen difíciles de cuantificar, existirán casos de desorden psicológico y de comportamiento provocados por la exposición a eventos traumáticos que pueden dejar secuelas permanentes”, explica Lloret.

Movimiento por la Paz, otra de las entidades que trabaja en la zona con fondos públicos valencianos, ha recibido apoyo de la Generalitat para mejorar el servicio de la unidad de cirugía ortopédica del hospital de Al-Awda. Gracias a esta intervención 1.330 pacientes podrán ser tratados en una zona cuyos servicios médicos, según la entidad, ya estaban afectados severamente. La entidad proveerá de equipos, suministros sanitarios especializados y servicios médicos esenciales y urgentes. Según Movimiento por la Paz, el 50% de la población afectada por la operación “Plomo Fundido” necesita intervenciones ortopédicas y de cirugía reconstructiva.

La emergencia compleja que se sufre en la zona también ha llevado al Consell a financiar a Asamblea de Cooperación por la Paz para construir infraestructuras agrícolas e hídricas ante la destrucción de pozos, invernaderos, campos de cultivo, etc. La intervención en el norte de la Franja de Gaza mejorará el acceso a los alimentos de más de 42.000 personas.

Según Michela Campagnuolo, técnica de proyectos de ACPP-PV, los niveles altos de pobreza y de desempleo han perjudicado seriamente el acceso de los hogares palestinos a los alimentos, como consecuencia directa de la aniquilación de la economía palestina tras ocho años de conflicto, y del régimen estricto de cierres impuesto por el Ejército israelí. “Este problema se ha acentuado con la confiscación y destrucción de tierras y cultivos para expandir los asentamientos y construir el muro; y con la política de limitar el acceso de los palestinos al agua”, afirma Campagnuolo, explicando que el elevado precio del agua, unido al acceso limitado a terrenos de cultivo o pastoreo, ha imposibilitado a las familias desarrollar actividades agrícolas a pequeña escala para mejorar su alimentación.

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