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Los empresarios de Benissa comprenden el valor de su trabajo gracias a la ponencia de Verónica Deambrogio

    El Centro de Excelencia de Benissa acogió un taller para dar a conocer el valor que tiene el trabajo que desempeñan tanto empresarios como empleados.

    El pasado jueves, 6 de noviembre, el Centro de Excelencia de Benissa acogió el taller "¿Cuánto vale mi trabajo? ¡Aprende a hablar de dinero con naturalidad!", donde la especialista en finanzas personales Verónica Deambrogio explicó el verdadero significado del dinero y el modo de librarse de la incomodidad que supone hablar sobre él.

    Es importante recordar que dicha jornada forma parte de las iniciativas organizadas porla Factoríade Innovación de Benissa; un proyecto cofinanciado con fondos FEDER (Fondos Europeos de Desarrollo Regional) e impulsado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a través dela Escuelade Organización Industrial (EOI), así como por el Ayuntamiento de Benissa yla Concejalíade Nuevas Tecnologías, Modernización y Juventud, cuyo responsable es Jorge Ivars.

    Durante la charla, Verónica Deambrogio expuso el tipo de creencias que las personas poseen y cómo estas pueden limitarles financieramente. Asimismo la experta aportó soluciones a los problemas y explicó cómo se podían corregir en un futuro.

    Los empresarios, trabajadores y emprendedores aprendieron además a tomar las decisiones correctas en cada momento, evitando el miedo y la indecisión. Puso el ejemplo de cuando se presta dinero y después no se devuelve porque pedirlo nos da vergüenza. Verónica Deambrogio explicaba que el dinero no tiene valor, tan solo el que le quiera adjudicar cada uno, así que la experta recomienda que cuando se trate de dinero, las personas piensen en las horas que pierden sin estar con sus parejas, sin sus hijos, sin llevar a cabo sus hobbies para generar esa cantidad de dinero. De esta manera será menos vergonzoso pedir algo que consideras que te ha costado mucho de ganar.

    Para finalizar el taller llevó a cabo una clase práctica a todos los empresarios para que acabaran de conocer los sentimientos que desprende el dinero. Los gerentes de la Marina Alta sacaron de su cartera un billete y lo colocaron delante de sus pies para luego intentar coger el máximo dinero posible de sus compañeros. Posteriormente Deambrogio preguntó qué sentimientos les había producido a los asistentes esta acción: todos ellos coincidieron que emoción.

    El 2º paso fue que los gerentes repartieran efectivo entre sus compañeros de taller, lo que generó bienestar por ayudar a los demás. Por último debieron pedir a los otros empresarios dinero. En ese momento todos los asistentes coincidieron que les producía vergüenza y se excusaban de manera sentimental por hacerlo. 

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