Ferrer: "Los pantanos de Guadalest y Amadorio pueden entrar en alerta por la sequía"
Una vez que ha finalizado el mes de agosto es necesario empezar a preparar la próxima temporada estival. El agua, como principal recurso natural que precisa la actividad turística, debe ser objeto de una especial atención. Benidorm ya conoce los efectos devastadores de la escasez de agua, que tanto perjuicio han ocasionado a su ciudad.
La falta de lluvias en el último año ha provocado una situación grave en la capacidad de los embalses de Amadorio y Guadalest. Entre ambos pantanos, solo tienen un volumen de agua de 7,36 Hm3, lo que supone un 25 % de la capacidad total, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar. En los años 2010, 2011 y 2012, en estas fechas, los volúmenes de agua embalsada estaban sobre los 15 Hm3, el doble de la situación actual.
Desde hace un año, el volumen embalsado ha disminuido en 11,70 Hm3. Hemos pasado de un 66 % al 25 % actual.
De acuerdo con el informe de la Confederación de 31 de julio de 2014, la Marina Baja se encuentra en situación de pre-alerta, con un índice de estado del 0,34. A fecha de hoy, un mes después, con la pérdida de 2 Hm3 en agosto, el índice de estado debe estar por debajo de 0,30 y, por tanto, nos encontraríamos en el umbral de la situación de alerta.
La lluvia acumulada en los últimos meses se sitúa en un 20 % de la media. Además, la previsión de lluvias en los próximos meses puede no ser muy satisfactoria para nuestra comarca.
En un escenario de prealerta, las medidas que se activan son de tipo informativas y de control. En caso de alerta, el objetivo es la conservación del recurso del agua, planteándose reducciones de la demanda y una mayor vigilancia de las zonas con alto valor ambiental.
Hasta ahora, no se sabe que el Ayuntamiento haya adoptado alguna medida de información o control. Solo han anunciado el baldeo con aguas recicladas, del que no se tiene noticia y de un deplorable vertido del agua de la piscina municipal al alcantarillado.
De ese modo, es preciso que de forma inmediata el Ayuntamiento de Benidorm adopte las medidas establecidas en los Planes y Programas para evitar una situación de restricción en el abastecimiento de agua potable. Afortunadamente, la eficiencia del ciclo integral del agua en la Marina Baixa o el trasvase Rabasa-Fenollar-Amadorio son, entre otras, infraestructuras que pueden asegurar el suministro. Por ello, se trata de dar un mensaje de tranquilidad si se hacen las cosas bien hechas y con previsión.
Es necesario actuar de forma diligente para evitar males mayores. La colaboración con organismos supramunicipales y competentes, como la Diputación de Alicante, el Consorcio Comarcal de Aguas o la Confederación Hidrográfica del Júcar debe ser imprescindible.
Tambien se debería llevar a cabo una campaña informativa, en colaboración con los agentes sociales y empresariales, para el ahorro de agua en nuestra ciudad. Más allá del reparto de un folleto, tendría que ser una campaña intensa de información, de formación y sensibilización, de ayudas para implantar mecanismos de ahorro de agua, de seguimiento así como de inversión económica.
De forma ejemplar, se debería invertir en mejoras en los edificios municipales así como en el riego de parques y jardines (implantación de riego por goteo de forma completa) y en la limpieza viaria.
Ahora es el momento de actuar y, después solamente podría ser el momento de lamentarse. Como dice un sabio refrán valenciano, “mes val un per si acas, que qui ho tenia que dir”.
