Benidorm homenajea al vecino Saturnino de la Fuente, que cumple 105 años

“La tranquilidad y vivir sin hacer daño a nadie” son los secretos de Saturnino de la Fuente García, un vecino de Benidorm que cumple 105 años. El alcalde de la ciudad, Agustín Navarro, ha recibido esta mañana a este leonés centenario que pasa largas temporadas en Benidorm desde hace ya siete años junto a una de sus hijas.

Nació en 1909 y aún mantiene una energía vital contagiosa que le hace levantarse cada día y realizar su habitual paseo matutino por las calles de Benidorm, tras reponer fuerzas con un buen tazón de descafeinado con leche y pan migado. Todas las mañanas antes de salir lee la prensa del día sin ayuda de las gafas, pues aún conserva la vista en perfecto estado de salud al igual que el resto de sus facultades.

Sus mayores aficiones son el fútbol y pasar la tarde echando la partida en el centro de pensionistas de la calle de Limones, lugar en donde hace unos días conoció al alcalde. Y los domingos sigue el ritual de tomarse un vino blanco en el bar San Antón por ser de un paisano. Curiosamente, ha confesado que lo que más le gusta de Benidorm es la avenida de Jaime I.

De la Fuente es un ejemplo de toda una vida dedicada al trabajo. Trabajó a lo largo de 35 años en una fábrica de calzado en León, que fue requisada por el ejército nacional durante la guerra civil, y después estuvo 15 años trabajando como zapatero. “Siempre he sido una trabajador y un ahorrador”, ha dicho orgulloso.

Saturnino, viudo desde hace 35 años, tiene siete hijas, 14 nietos y 19 bisnietos.

Este abuelo centenario ha podido soplar las velas hoy junto al primer edil, quien le ha impuesto una insignia de la ciudad. Saturnino ha llegado al Ayuntamiento acompañado por su yerno y la conserje del centro de Limones, en donde el próximo lunes se celebrará una fiesta en su honor.