El futuro Museo de la Ciudad ‘Boca del Calvari’ reactiva sus obras para abrirse al público en menos de un año
Los trabajos de construcción del nuevo Museo de la Ciudad ‘Boca del Calvari’ se han reactivado después de las Navidades de modo que, según ha indicado esta mañana el alcalde, Agustín Navarro, en el plazo inferior de un año habrán finalizado para, seguidamente, abrir sus puertas el nuevo museo al público. A la visita han asistido también la edil de Cultura, Eva Mayor, la primera teniente de Alcalde y edil de Turismo, Gema Amor, o el concejal de Urbanismo, Vicente Juan Ivorra.
La concejala de Cultura, Eva Mayor, ha destacado, por su parte, que tras la renovación total de la cubierta de l’Hort de Colon y la conclusión de las obras en ‘Boca del Calvari’, “Benidorm contará con dos museos en un radio de 50 metros”, lo que según ha subrayado el primer edil “posibilitará una reactivación económica de la zona”.
Eva Mayor ha informado de los trabajos complementarios que se deberán desarrollar en l’Hort de Colon. Como elemento primordial, se deberá reproducir, en su lugar original, la cocina de la vivienda, “debiendo reconstruir los elementos tradicionales de que disponía una instalación de este tipo”. Asimismo, se pintarán con estucado las paredes de la vivienda.
Con respecto al Museo de la Ciudad ‘Boca del Calvari’, nace como propuesta para la divulgación de la evolución de la historia de Benidorm, desde que se asentaron los primeros pobladores hasta que la ciudad varía de concepción, producto del desarrollo turístico de la segunda mitad del siglo XX.
Como lenguaje expositivo, se utilizará toda aquella información y objetos que forman parte del patrimonio de la ciudad, bien público o privado. Para ello, se está recogiendo el material que forma parte de las colecciones municipales arqueológicas, archivísticas, bibliográficas, o fotográficas, entre otras.
El Museo de l’Hort de Colon formaría el núcleo del museo etnográfico, donde habrá una representación de la forma de vida de una casa de Benidorm de finales del siglo XIX y principios del XX: comedor, gabinete como formas públicas de visita, con la recreación de una almazara en el museo agrario, así como las partes privadas, cocina y habitaciones en el primer piso.
Con los enseres conservados en la casa y junto a las aportaciones de mobiliario, utensilios diversos, telas, vestidos, etc., que hagan los ciudadanos de Benidorm, se busca reproducir una forma de vida que aunque no está alejada en el tiempo, si ha experimentado un cambio total y servirá para no olvidar el pasado.
