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Mathieu Van der Poel y Fem van Empel coronan la gran fiesta del ciclocross en Benidorm

Mathieu Van der Poel y Fem van Empel coronan la gran fiesta del ciclocross en Benidorm
  • Felipe Orts y Lucía González hicieron vibrar a la afición en el regreso de la Copa del Mundo a España tras más de una década de ausencia

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Mathieu Van der Poel y Fem van Empel coronan la gran fiesta del ciclocross en Benidorm - (foto 2)

Con las 13.000 almas que llenaban el circuito de Benidorm entregadas a la causa, la carrera Elite masculina, con Wout van Aert, Mathieu Van der Poel y Tom Pidcock como grandes reclamos, no decepcionó. Fue el campeón del mundo el que, en su última carrera de la temporada –no defenderá el arcoíris en Hoogerheide– abrió el fuego, intentando poner tierra de por medio desde el primer giro.

El británico hizo todo lo posible, pero sus rivales, sabedores de lo rápido y traicionero del circuito, no le dieron margen alguno. Los favoritos rodaron en grupo, como se preveía, durante gran parte de la carrera y la selección, en realidad, iba haciéndose por la cola de ese grupo cabecero, del que iban cayendo unidades de puro ‘maduritos’. Finalmente, ya en la última vuelta, la batalla quedó reducida al duelo que todo el mundo quería presenciar. La gran pelea entre los dos grandes dominadores de la especialidad en los últimos años. Wout van Aert contra Mathieu Van der Poel. La fuerza pura contra la elegancia más absoluta.

La última vuelta fue, sencillamente, una oda al ciclocross, con sus dos más grandes estrellas, literalmente, pegados. Llegados a la recta de meta, y después de haberse batido en un sinfín de cambios de ritmo, fue Van der Poel el que entró primero en la línea de meta. Van Aert, pegado a su rueda trasera, se fue largo en la última curva. Trastabilló. Uno de esos errores mínimos tan impropios de él y que, a este nivel, suponen la enorme diferencia entre el éxito y el fracaso. Van der Poel, triunfante, levantó los brazos. Van Aert, contento pese a todo, acabó segundo. Eli Iserbyt, tanto tiempo líder de la Copa del Mundo, ganó su particular batalla con Laurens Sweeck, que terminó cuarto, pero se aseguró la victoria final en la Copa del Mundo de Ciclocross UCI.

Felipe Orts, mágico en casa

«Seguro que soy una persona mucho más feliz que Mathieu Van der Poel aunque él haya ganado». Así de contundente se mostraba el gran ídolo local, Felipe Orts, tras terminar noveno en la línea de meta de Benidorm. El campeón de España hizo una carrera, sencillamente, perfecta. Rodó en el grupo que peleó constantemente por ese top10 y a dos vueltas para el final se marchó en solitario, llevado en volandas por miles de aficionados españoles, sí; pero también belgas, neerlandeses, británicos, alemanes… que aprecian y reconocen lo que para el ciclocross internacional supone el corredor nacido en la vecina localidad de La Vila Joiosa.

Su novena plaza, sencillamente, desató la locura final de un día histórico para Benidorm, una ciudad ha descubierto lo que el ciclocross es capaz de ofrecer. Una ciudad que ha devuelto a España, tras once años de ausencia, la Copa del Mundo de Ciclocross UCI. Una ciudad, en definitiva, que este domingo, 22 de enero, ha llevado a Felipe Orts, el mejor crosser español de todos los tiempos, en volandas a su día más bonito sobre una bicicleta.

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