Años sesenta: esplendor del turismo en Benidorm
Viajar es mucho más cómodo que hace 50 años, cómo olvidar aquellos 600, en los que se viajaba apiñados, dirección a la Costa Blanca, parando a comer en cualquier estación de servicio con el tupper de casa preparado. Directos a la playa, con emoción y ganas contenidas. Hacía 365 días que todos los miembros de la familia esperaban ansiosos la llegada del verano y con él, las merecidas vacaciones, que duraban a lo sumo una semana o dos.
Hoy en día, un 15% de los españoles regresa al pueblo. Por aquel entonces lo hacía la mayoría, pero poco a poco, el destino playero supo colocarse entre los lugares más demandados de los españoles, y si alguno podía permitírselo, rechazaba las vacaciones en el pueblo y mudaba hacia el mar. Los “seiscientos” se encargaban de desafiar distancias a velocidades ahora inimaginables.
Ir a un hotel ya no era un sueño, y muchos estaban en Benidorm. Solo en 1969 se levantaron treinta. En el “Marconi” uno de los pioneros, la pensión completa costaba 25 pesetas.
Y poco a poco empezaron a llegar también turistas extranjeros. Nosotros dábamos el toque de “Spain is different” y ellos nos compensaban con alguna que otra tradición suya que acababa adquiriéndose como propia en algunas zonas de la costa. De ahí las colonias de miles de residentes que un día fueron turistas, y que a día de hoy ya están afincados en nuestro país.
