El Ayuntamiento insta a una mayor reutilización de libros en el IES
El Ayuntamiento de Benicàssim ayuda a la educación de los jóvenes que estudian en el IES Violant de Casalduch garantizando la gratuidad de libros a través de un programa de reutilización.
Este curso 2011-2012, el ayuntamiento tendrá que hacer frente, con los impuestos de los ciudadanos y ciudadanas de Benicàssim a un gasto de 72.000€ para la compra de nuevos libros de texto en el IES Violant de Casalduch, lo que supone un incremento del 50% sobre el gasto del curso pasado. Ha esto hay que añadir que el actual equipo de gobierno ha tenido que hacer frente a los 37.000€ que el tripartito del PSOE-BLOC-EU dejó a deber a los proveedores el año pasado en un claro incumpliendo de sus promesas y otra muestra de sus muchas políticas de humo.
El actual equipo de gobierno, como llevaba en su programa electoral, mantiene la ayuda a los jóvenes, pero también pide un mayor compromiso e implicación del Profesorado y de la Asociación de Padres de Alumnos para que realmente se aplique de manera real y efectiva el programa de reutilización de libros.
El concejal de Educación, Mauro Solica, explica que “desde el Ayuntamiento de Benicàssim reconocemos la labor que realizan el colectivo de jóvenes del IES Violant de Casalduch guiados por un grupo de profesores comprometidos para hacer posible la reutilización de libros, pero creemos que tanto el AMPA como el profesorado podrían implicarse mucho más para hacer que la reutilización sea, más que una utopía, una auténtica realidad. En especial, en estos momentos de crisis económica, todos debemos trabajar de la mano para aprovechar hasta el último céntimo de euro que nos confían los ciudadanos. No podemos olvidar que la gratuidad de libros es posible gracias a los impuestos que pagan todos los benicenses y que todos, administración, alumnos, padres y profesores debemos renovar esfuerzos para hacer posible la sostenibilidad de estas iniciativas.
El ayuntamiento se compromete con las familias y los jóvenes en la gratuidad, pero eso no puede entenderse como un cheque en blanco, sino como un compromiso real con la reutilización que pasa por fomentar el cuidado de los libros, por aumentar el número de libros reutilizados y por disminuir la compra de libros nuevos si no es estrictamente necesario a nivel académico.
Como señala el el concejal de Educación “una auténtica reutilización pasa por cambiar sólo aquellos libros que presentan modificaciones sustanciales en sus contenidos y no hacer seguidismo de los cambios estéticos que promueven muchas editoriales por puro interés comercial. Incluso en el caso de fragmentación de los libros en fascículos por trimestres para disminuir el peso de las mochilas, tenemos constatado que es más económico encargar a una imprenta local el despiece y nueva encuadernación de libros antiguos que la compra del nuevo libro a la editorial”.
