Ros: “Marqués no da, ni tiene ni conoce plazos para que la Generalitat pague lo que debe a Benicàssim por Villa Elisa”

La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, dimitió de su cargo en la comisión de seguimiento de las obras de Villa Elisa en campaña electoral, cuando estaba en la oposición, en señal de protesta por el incumplimiento de la Generalitat a la hora de efectuar los pagos por las obras. Por este motivo, y teniendo en cuenta que recientemente Marqués se reunió con el nuevo presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y presumió de las excelentes relaciones que ya mantiene el ayuntamiento con la administración autonómica, la portavoz socialista, Susana Ros, aprovechó el pleno ordinario de ayer para preguntarle por el calendario de pagos de los casi dos millones de euros que todavía debe la administración autonómica al municipio. La respuesta de Marqués ha sido clara y ha puesto de manifiesto que “no tiene, no da ni conoce plazos para que este pago sea realidad”, según ha apuntado la propia Ros, quien ha afirmado que se ha demostrado, en apenas unos meses, que su decisión de dimitir antes de las elecciones fue un engaño a la población, porque ahora, desde la alcaldía, la única decisión que ha tomado es retirar el panel informativo que había en Villa Elisa, informando a los ciudadanos de los reiterados incumplimientos de la Generalitat, que ha ahogado, durante estos años, las arcas municipales de Benicàssim.

En la misma línea, Ros ha preguntado si la alcaldesa tiene el compromiso del presidente de la Generalitat de impulsar el barranco de la Parreta, necesario, entre otras cuestiones, para impulsar el segundo instituto. La respuesta de Marqués ha puesto de manifiesto que tampoco en esta cuestión existe compromiso firme de la Generalitat ni mucho menos plazos de ejecución. Por último, los socialistas han lamentado que la excusa puesta por la alcaldesa para justificar que se informarse a los concejales de la oposición apenas una hora antes de que Fabra visitase el municipio, sea por motivos de seguridad, cuando es evidente que el presidente de la Generalitat realiza visitas todos los días y sería impensable que se avisase de su presencia apenas una hora antes de cada encuentro. Ros afirma que esta excusa solo esconde una actitud de deslealtad institucional por parte de la alcaldesa para evitar que la oposición trasladara al presidente de la Generalitat todas las actuaciones pendientes por parte de la administración autonómica.