El mundo educativo de Benicàssim destaca la importancia de invertir en formación como garantía de futuro

La aplicación de las nuevas tecnologías, la apuesta por los idiomas, y una mayor implicación de los padres en la educación de los hijos fueron algunos de los ejes sobre los que giraron el Espai Obert organizado por el PSPV-PSOE de Benicàssim, que contó con la participación del teniente de alcalde, Gustavo Ramón; el director del Instituto Violant de Casalduch, Robert Roig; y representantes de las Ampas de los dos centros de primaria, Palmerar y Santa Águeda, Julia García y Cristina Fernández, respectivamente, y al que asistieron, entre otros, el alcalde, Francesc Colomer; la teniente de alcalde y diputada en el Congreso, Susana Ros, además del teniente de alcalde Ramón Álvarez, la concejala de juventud y comercio, Sonia Alonso; el secretario general de la agrupación local, Adolf Piquer y la secretaria de organización, Raquel Viciano, entre otros.

La actividad, organizada por la agrupación local del PSPV-PSOE, hizo posible poner sobre la mesa los importantes avances que en materia educativa se han producido en estos últimos tres años, con la garantía de los libros de texto totalmente gratuitos de 0 a 16 años; así como el material escolar; la escuela gratuita de 0 a 3 años; enfermera escolar en los dos centros educativos; 400 ordenadores portátiles distribuidos entre los dos centros; pizarras digitales; convenio de formación para profesores en colaboración con la Universitat Jaume I; gabinete psicopedagógico, red wifi (internet sin hilos) en los dos centros educativos y en plazas públicas y el programa de actividades los sábados por la mañana, por poner unos ejemplos. Estos servicios garantizan que una pareja tipo con dos hijos en Benicàssim pueda llegar a ahorrarse respecto a una de Castelló más de 3.000 euros al año. Una prueba que, pone de manifiesto, que pese a los recortes de las crisis, y de la baja inversión de la Generalitat, la buena gestión municipal puede ser garantía de mejores prestaciones en materias básicas como la educación o la sanidad.

El Espai Oberto permitió plantear propuestas interesantes como las de facilitar intercambios entre los colegios y países como Inglaterra, para perfeccionar el idioma y, a la vez, atraer a turistas, ya que se podría estudiar la posibilidad de que luego, desde Inglaterra, vinieran familias enteras a Benicàssim. También fue interesante la propuesta de implicar más a los padres en la educación de los hijos, ya que la incorporación de nuevas tecnologías en la enseñanza está muy bien, “siempre y cuando no deriven en un aislamiento del alumno”. Por último, la necesidad de inculcar en nuestros hijos principios como la tolerancia y la justicia se pusieron también sobre la mesa.