La Conselleria de Medio Ambiente invertirá más de 54 millones de euros en las depuradoras de Benicarló y Peñíscola
El nuevo Plan 100 x 75 permitirá que todos los habitantes de la Comunitat Valenciana dispongan de tratamiento de sus aguas residuales
La depuradora de Benicarló podrá iniciar sus obras antes del próximo verano
La depuradora de Peñíscola empezará a construirse antes de que finalice el presente año
La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda que dirige el vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino, detina más de 54 millones de euros para la construcción de dos nuevas depuradoras en la provincia de Castellón, en concreto se trata de las depuradoras que darán servicio a las localidades de Benicarló y Peñíscola. Ambas obras fueron licitadas por esta conselleria a principios de 2010.
Estas depuradoras permitirán tratar unos 18.000 metros cúbicos diarios respectivamente en cada localidad, y además del tratamiento de depuración también contarán con tratamiento terciario, lo que permitirá poder reutilizar un 50% del caudal tratado en cada instalación.
La envergadura e importancia de estas dos actuaciones permitirá dar servicio completo a toda la población de ambos municipios y en el caso de Benicarló, además, a la zona industrial del polígono del Collet, donde se ubican empresas tan relevantes como IFF, que se dedica a los productos químicos industriales.
25 millones de euros en Benicarló
La inversión de la Generalitat en la depuradora de Benicarló es de 25 millones de euros, y el inicio de las obras está previsto para antes de que dé comienzo el periodo estival. En este caso hay que destacar que las obras han sufrido un retraso en su ejecución motivado porque entre los años 2003-2007 el ayuntamiento de Benicarló no aprobó el proyecto que había licitado la Conselleria, y hubo que anular el concurso e indemnizar al contratista. Esto obligó a la Generalitat a iniciar todos los trámites administrativos de nuevo y a buscar otra implantación de la EDAR en esta localidad.
29 millones de euros en Peñíscola
Por lo que respecta a la depuradora de Peñiscola, la Generalitat invertirá 29 millones de euros en ella, y el inicio de las obras podrá dar comienzo antes de que finalice el presente año 2010. Tratará, al igual que la depuradora de Benicarló, unos 18.000 metros cúbicos diarios y también contará con tratamiento terciario.
Hay que recordar que la Comunitat Valenciana depuró en 2009 un total de 503 hm3 de aguas residuales en las 443 instalaciones en funcionamiento, frente a los 269 hm3 que se depuraba en 1993 cuando se creó la Entitat de Sanejament d’Aigües. Estas EDAR eliminaron 167.067 toneladas de materia orgánica y trataron una carga contaminante equivalente a 6.300.000 habitantes.
De esta manera, nuestra autonomía sigue estando a la cabeza de España en materia de tratamiento y reutilización de aguas y en referente de gestión hídrica eficiente. Además la Generalitat ya ha presentado el Plan 100 x 75 que prevé que la depuración de agua alcance a toda la población de la Comunitat Valenciana.
Además, de los 503 hm3 de agua depurada, el volumen de agua reutilizada en 2009 fue de 309 hm3. La Comunitat Valenciana ha pasado en los últimos 10 años de no reutilizar ni un sólo litro de agua a los más de 300 hm3 que están siendo reutilizados en estos momentos, principalmente para el sector agrícola.
35 EDAR con tratamiento terciario
La Comunitat Valenciana dispone de las infraestructuras más avanzadas en materia de reutilización. Estas aguas son sometidas a procesos de tratamiento terciario cuya capacidad alcanza los 368 hm3/año en las 35 EDAR que disponen de esta tecnología. Estas técnicas permiten obtener, en algunos casos, agua de una calidad excelente al aplicar sistemas de última generación, como son las desalobradoras de las EDAR de Benidorm y Rincón de León en Alicante.
En estas instalaciones, el agua, una vez depurada mediante procesos convencionales, es filtrada mediante membranas de ultrafiltración, haciendo pasar el agua a través de poros de un diámetro inferior a 0´1 micras (0´001 mm), para después darle un tratamiento de osmosis inversa, cuyo objetivo es la disminución de cloruros, y hacerlas aptas para utilizarlas en el riego agrícola.
Estas instalaciones tienen una capacidad de 22´6 hm3, lo que permite regar más de 3.700 hectáreas, evitando la utilización de agua que puede destinarse para el abastecimiento potable.
