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Cultura restaura El Cristo del Asilo de la iglesia de Sant Bartomeu de Benicarló

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    Cultura restaura El Cristo del Asilo de la iglesia de Sant Bartomeu de Benicarló - (foto 2)
    Cultura restaura El Cristo del Asilo de la iglesia de Sant Bartomeu de Benicarló - (foto 3)
    La directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, ha presentado, en la Iglesia de Sant Bartomeu de Benicarló, la restauración del Cristo de la Buena Muerte, conocido popularmente como Cristo del Asilo, tras la intervención que ha llevado a cabo la conselleria de Cultura y Deporte a través de la fundación Blasco de Alagón.

    La intervención se ha realizado en el taller de restauración de la Fundación Blasco de Alagón ubicado en la Fábrica Giner de Morella, a cargo de las restauradoras Ana Cañizares Sales y Paula Gisbert Lloréns, con una inversión de 19.600 euros. La escultura ha permanecido siete meses en estas instalaciones, de los cuales, tres se han invertido en la realización de los estudios previos, análisis de laboratorio, fotografías, radiografías, en definitiva todas las pruebas necesarias para llevar a cabo un estudio en profundidad de la pieza y de las patologías que sufría.

    La directora de Patrimonio ha indicado que “estamos de nuevo ante una importante acción de recuperación del patrimonio artístico de la Comunidad Valenciana, si bien, en esta ocasión, no estamos hablando sólo de un bien patrimonial sin más, sino de algo mucho más profundo y dotado de un evidente simbolismo, un elemento que más allá de ser una destacada obra de arte, puesto que tiene además una evidente carga emotiva y devocional, aquella por la cual esta imagen, el Cristo de la Buena Muerte — o más comúnmente conocido como Cristo del Asilo— ocupa una parte fundamental dentro de la memoria y las creencias de los benicarlandos”.

    El proceso de restauración de la imagen ha permitido devolverle el esplendor oculto, con hallazgos interesantísimos que han dado lugar a un resultado espectacular. Tras múltiples capas de pintura que a lo largo de los años le han ido restando vistosidad, que no importancia, se encontraba una talla en madera de ciprés del siglo XVI. Esta datación se encuentra avalada por varios exámenes científicos y por diferentes historiadores, pese a existir muy poca documentación al respecto. Así pues, a raíz de esta intervención y de la datación, el Cristo del Asilo, se ha convertido en una de las imágenes más antiguas de la población de Benicarló, junto con el Cristo del Mar del siglo XVII y la imagen de la Virgen del Mar del siglo XIII.

    Resulta curioso el modo tan claro en que se puede observar la evolución de las modas y de los diferentes estilos artísticos en esta imagen, la cual presentaba añadidos de diversa índole, tales como el nudo del paño de pudor, la desaparición de una oreja y del cuello mediante escayola, el relleno de las costillas y cómo no, el cambio de su policromía por entero, entre otras.

    Tras la eliminación de los añadidos y la recuperación de los pigmentos originales, la imagen del Cristo del Asilo ha cambiado de forma evidente, pues de ser una imagen de aspecto nuevo, brillante, muy contrastada y exagerada, ha pasado a ser una talla de expresión tranquila y sosegada, donde se aprecia la textura y las tonalidades de la policromía original, mucho más comedida y de una talla exquisita. Una buena oportunidad para observar de cerca una buena representación del renacimiento en nuestra Comunidad.

    La recuperación de esta talla llega justo a tiempo, puesto que desde hace décadas el Cristo del Asilo participa en Vía Crucis del Alba de Viernes Santo. La Hermandad de la Buena Muerte y del Santo Entierro de Benicarló es la encargada de custodiar esta imagen, que habitualmente se ubica en la parroquia de Sant Bartomeu, aunque es de titularidad municipal al proceder de la desamortización del antiguo convento de San Francisco, que durante una época pasó a ser asilo, y de ahí proviene la advocación popular de Cristo del Asilo.

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