El Ayuntamiento asumirá la teleasistencia sólo en casos de emergencia social

El convenio entre el IMSERSO y la Diputación que posibilitaba el uso gratuito del servicio de teleasistencia ha quedado en suspenso y los 243 usuarios de Benicarló que hacían uso se han visto obligados o bien a pagarse ellos mismos el servicio (19,90 euros al mes) o bien cambiar la teleasistencia por la teleayuda, un servicio gratuito de la Diputación. (En realidad, la única diferencia entre los dos servicios es que la teleasistencia pone en contacto a la persona que hace uso con un operador personal, mientras que cuando un usuario hace uso de la teleayuda se envía un mensaje automático de socorro a los teléfonos previamente designados por el usuario).

A Benicarló, de los 243 usuarios, 114 han optado por continuar con el servicio de teleasistencia, mientras que 90 se han dado de baja. Sólo 10 usuarios sin recursos están pendientes de que los Servicios Sociales decidan qué servicio es el más adecuado.

La concejal de Bienestar Social, Sarah Vallés, ha explicado que el Ayuntamiento asumirá el coste de la teleasistencia exclusivamente cuando los servicios técnicos aconsejen este servicio y el usuario no se lo pueda financiar. En cambio, el Ayuntamiento no asumirá el coste de todo el servicio de teleasistencia en Benicarló porque, según ha explicado Vallés, no es una competencia del Ayuntamiento y porque supondría un gasto de 54.000 euros anuales, un dinero que el consistorio no considera oportuno gastar en estos momentos. Lo que sí que está haciendo el Ayuntamiento es informar las familias de las posibilidades que tienen y de los tipos de servicios que se ofrecen.

La concejal también ha confirmado que actualmente no hay ninguna persona sin cobertura, ya sea a través de teleasistencia o de la teleayuda.

Vallés ha querido agradecer el esfuerzo de todos los profesionales de Servicios Sociales que trabajan cada día para dar el mejor servicio a los ciudadanos de Benicarló. Unos profesionales que, en palabras de la concejal, se han adaptado a las circunstancias difíciles y cambiantes que día a día se producen como consecuencia de la crisis económica, tanto a nivel de nuevas problemáticas como a nivel de emergencia social.