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La Avenida de la Constitución acogió la Gran Embajada de Moros y Cristianos

La Avenida de la Constitución acogió la Gran Embajada de Moros y Cristianos
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    La Avenida de la Constitución acogió la Gran Embajada de Moros y Cristianos - (foto 5)
    Otro año más se representó la emblemática Gran Embajada de Moros y Cristianos, este año en el Castillo montado al efecto en la Avenida de Constitución de Aspe, el domingo, 9 de agosto pasadas las 22 horas.

    Quienes actuaron como embajadores fueron, por el bando cristiano, Vicente Botella Tolmos y, por el bando moro, José Berenguer Pastor. Ambos hicieron una interpretación espectacular y bordaron el papel que representaban. Emocionaron a la multitud asistente que no perdió detalle de la actuación.

    En la primera parte de la Embajada es el Sultán (Ernesto Córcoles Escobar) y el Embajador moro (José Berenguer Pastor) los que tienen la posesión del Castillo y desde arriba reciben al Emisario que les puso sobre aviso de la llegada de las huestes cristianas, encabezadas también por el Rey (Luis Calpena Vera) y el Embajador cristiano (Vicente Botella Tolmos). Tras intentar de todas las formas posibles el Embajador cristiano venderle una paz al Sultán, Embajador y pueblo moro condicionada al acatamiento de los fueros cristianos, y el consiguiente rechazo de una paz en esos términos por parte del bando moro, sobrevino la indefectible batalla entre ambas partes tras las siguientes palabras del Embajador cristiano: ¡Pues a la guerra, por la cruz de cristo! A las que siguió éstas de su homólogo moro: ¡Pues a la guerra, por la media luna!

    Tras la belicosa contienda, el bando cristiano se hace con la victoria y toma el Castillo finalmente. Así, doblegado y triste, profundamente maltrecho, queda el bando moro y su Embajador, compungido el ánimo y con el alma rota marcha así de este valle, de estas tierras aspenses en su perpetuo destierro.

    El texto de la Embajada es autoría de Juan Suárez López, hijo de Aspe, y, en palabras de Juan Pedro Asencio Calatayud, que fue Cronista Oficial de Fiestas de Aspe (también ya fallecido), en su “Aspe y el Canto de la Habanera” publicado en las “Actas del XXX Congreso de la Asociación Española de Cronistas Oficiales” se refería a él del siguiente modo: Juan Suárez fue “abogado y destacado amante de la literatura, especialmente de la poesía. Era un enamorado de su pueblo, de su cultura, de sus tradiciones, y muy en particular de la Patrona, la Virgen de las Nieves.”

    La Embajada de Moros y Cristianos de Aspe es un romance en verso con una profundidad histórica y una rima consonántica auténticamente preciosa. En una palabra, magnífica. Destaca, entre otros puntos, por el lirismo que transmite el Rey Moro en la derrota y el destierro, así como por la vehemencia y fuerza de su letra, sus referencias espaciales a parajes y lugares propios de Aspe, con el propio cariño que un hijo de esta tierra transmite por cada palmo de tierra que tiene bajo sus pies.

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