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UPyD denuncia la inactividad del consistorio alzireño ante los vertidos incontrolados

    Unión Progreso y Democracia (UPyD) denuncia la acumulación de desperdicios en diversas zonas de las afueras de la ciudad. No es la primera vez que la agrupación magenta denuncia esta situación sin recibir respuesta y sin que los responsables del gobierno municipal tomen medidas efectivas para evitar tales verti- dos. Esta inactividad está generando un efecto llamada que incrementa a diario el tama- ño de los depósitos de escombros y basuras.

    La formación magenta considera impresentable que algunos puntos de la ciudad de Al- zira ofrezcan una imagen tan lamentable. Velar por la salubridad de los espacios públi- cos y privados es una competencia propia de los ayuntamientos y una responsabilidad ineludible del gobierno municipal. Esta obligación también afecta a las zonas industria- les y caminos rurales pero es evidente que esa parte del municipio ha caído en el olvido, el abandono y la desidia.

    UPyD afirma que no se trata de hechos aislados sino que los vertidos de escombros, res- tos de poda, muebles viejos y basuras se acumulan desde hace tiempo en muchos puntos de la localidad, sobre todo en zonas industriales aún sin edificar y también en caminos rurales. Basta con acercarse al camino de San Bernabé, el camino de la arena, los cru- ces de caminos rurales con el barranco de la Murta, la zona de Materna o multitud de solares de la carretera de Albalat.

    Todos estos vertidos son susceptibles de ser depositados en el ecoparque municipal y su depósito indiscriminado pone de manifiesto el fracaso de las políticas de concienciación y corresponsabilidad ciudadana llevadas a cabo por el consistorio. La sensibilización por el respeto al medio ambiente y el estimulo por el reciclaje siguen siendo asignatu- ras pendientes
    La delegación local de UPyD considera que es imprescindible rediseñar la tasa que de- ben abonar los vecinos en concepto de reciclaje ya que no contribuye ni a estimular la participación activa, ni a primar las actitudes responsables, ni a disuadir a los que, con su falta de civismo, deterioran la calidad de nuestro medio ambiente natural y urbano.

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