El Hospital Universitario de La Ribera realiza más de 1.300 pruebas de alergia durante 2011
Se estima que un 20% de la población española sufre algún tipo de alergia
El Servicio de Alergología del Hospital Universitario de La Ribera realizó durante 2011 un total de 1.351 pruebas de alergia, un 12,3% más que durante al año anterior.
Cada año, unos 2.000 pacientes acuden por primera vez hasta el Hospital Universitario de La Ribera con síntomas de alergia. El centro atiende una media de 6.600 consultas por alergia al año (entre primeras consultas y sucesivas). En este sentido, se estima que un 20% de la población española sufre algún tipo de alergia.
Según la jefa del Servicio de Alergología del centro alcireño, Dra. Gemma Jorro, “los tipos de alergia más comunes en la comarca de La Ribera son las reacciones a los ácaros y a los pólenes locales, como el de olivo y el de la parietaria, éste último causante de un gran porcentaje de alergias”.
Los alérgenos son los elementos responsables de las reacciones alérgicas en determinadas personas, siendo los más frecuentes los pólenes de algunas plantas, alimentos, medicamentos, polvo doméstico, pelos de animales o mohos.
Cabe destacar que, con la llegada de la primavera, se producen más reacciones alérgicas, debido especialmente a la mayor concentración de polen en la atmósfera.
Según ha señalado la Dra. Jorro, “se desconoce por qué ciertos individuos son alérgicos y otros no, en contacto con las mismas sustancias. Al parecer, la herencia tiene gran influencia ya que, aunque la alergia realmente no se adquiera, sí lo hace la predisposición a contraerla”.
Las manifestaciones más frecuentes de alergia son las que afectan al aparato respiratorio y, entre ellas, las más habituales son la rinitis y el asma. Por otra parte, entre las cutáneas, las más repetidas son la urticaria y el eccema. La alergia alimentaria es también una manifestación usual, aunque no todos los alimentos afectan por igual a lo largo de la vida.
Diversos tipos de pruebas
Por lo que se refiere a las pruebas que el Hospital Universitario de La Ribera lleva a cabo para determinar el tipo de alergia que tiene un paciente, la Dra. Jorro ha afirmado que “cuando a un paciente se le cita en primera consulta, se le realiza una historia clínica detallada sobre sus síntomas, evolución y tratamientos y se le practica una exploración física y una alergológica, en función de los síntomas que presenta”.
En el caso de que el paciente presente una alergia respiratoria, el Servicio de Alergología le realiza una prueba cutánea de alergia (Prick-Test) con una batería estándar de diversos alérgenos. Esta prueba consiste en la aplicación, en la cara anterior del antebrazo, de distintos extractos (ácaros, pólenes, gramíneas) que pueden producir alergia, con una lanceta especial para hacer que penetren debajo de la piel, dando lugar a una reacción epidérmica que, al valorarla, permite conocer las distintas sustancias a las que se es potencialmente alérgico. La batería estándar consta de 21 alérgenos que son más comunes en la zona, si bien se amplía hacia otras sustancias, como alérgenos profesionales, en caso de que el paciente refiera en su historia algún otro tipo de elemento. Esta misma prueba se realiza en el caso de alergias alimentarias.
En el caso de eccema, el Servicio de Alergología lleva a cabo la prueba de parche (Patch-Test), que consiste en colocar los alérgenos en contacto directo con la piel (generalmente, en la espalda), en unos pequeños discos que se fijan con cinta adhesiva durante 48 horas. Después de este periodo de tiempo, se retiran los parches y se realiza la primera lectura; 48 horas después se realiza la lectura final de las posibles reacciones.
En el caso de alergias a medicamentos o insectos (himenópteros: abejas y avispas), se realizan pruebas especiales, ya que los alérgenos que se utilizan requieren de una elaboración más compleja en la propia consulta y deben prepararse de forma expresa y exclusiva para cada prueba, puesto que no se pueden almacenar.
