Ayer se celebró con éxito la 4ª etapa de la 'Ruta dels Monestirs'
Ayer se celebró la cuarta etapa de la Ruta dels Monestirs-el Pas del Pobre, entre el Monestir de Santa Maria de la Valldigna en Simat, el monasterio de Santa Maria d’Aigues Vives en Carcaixent y el Pas del Pobre en el Paratge Natural Municipal de la Casella.
A las ocho de la mañana, con las primeras luces del día, se concentraron los participantes en las puertas del Monasterio de Santa María de la Valldigna. Excursionistas de Albalat de la Ribera, Algemesí, Carlet, Simat, Valencia y, en su mayor parte, de Alzira, se reunieron para iniciar la etapa.
Siguiendo el margen izquierdo del río Vaca por la zona habilitada de picnic, se adentraron en el corazón de este valle, entre sinuosos senderos rodeados de campos de naranjos regados por infinidad de acequias que se alineaban a lo largo del camino hasta la vecina localidad de Benifairó. A las nueve, con los toques de campanas de su iglesia, entraron los senderistas para almorzar en la plaza.
Más tarde la ruta continuó entre los frutales para abandonar este bello valle de la comarca de la Safor y dirigirse a la Ribera Alta. Por el Portitxol Vell, conocido también como la trinchera del antiguo trenet de vía estrecha de Carcaixent – Denia, se adentraron por el estrecho desfiladero cubierto de vegetación en el valle de Aigües Vives.
A lo largo de la Ruta dels Monestirs, desde su inicio en Gandía, se atraviesan diferentes parajes y comarcas. El cambio paisajístico es constante, alternando vistas de costa e interior. Una vez entrados en la Ribera, se abandona, definitivamente, el paisaje de litoral para adentrarse entre las sierras de les Agülles al norte y del Realeng al sur. Este pequeño valle de Aigües Vives es uno más de los atractivos de la Ruta, a la que aporta sus valiosos atractivos, entre los que destaca el antiguo monasterio de monjes agustino de Santa Maria d’Aigües Vives. Una vez alcanzado el objetivo, previamente a la entrada al cenobio, se visitó la antigua fuente de 1818 que suministraba agua al monasterio, está labrada en piedra y de sus dos caños brota el agua fresca. Tiene una inscripción con el siguiente epitafio: “Que rica es el agua cuando hay buena sed”. Junto a ella la enorme balsa de riego cuyas cristalinas aguas reflejan la silueta de la Serra de les Agülles. A las doce, según la hora prevista, se inició la visita al monasterio de Santa María d’Aigües Vives, propiedad de la familia Gomar - Ferrer, más conocida como Tano. El alcalde de la Barraca d’Aigues Vives, Enrique Gómez, recibió a los excursionistas quienes, acompañados del concejal de Turismo, Rafael Fita, agradecieron al alcalde la atención de acompañarles en la visita al monasterio. En la iglesia, se hicieron las presentaciones y, una vez finalizadas, se hicieron dos grupos para sellar los credenciales e iniciar el recorrido por el claustro, la antigua sala Capitular, por distintas estancias de la primera planta del edificio conventual o el dormitorio principal. Destaca el buen estado de conservación del edificio, gracias a los cuidados de los barones de Casanova que lo adquirieron tras la exclaustración, así como de los siguientes propietarios que lo han sabido conservar hasta la fecha.
Al finalizar la visita, Lola Ferrer, propietaria del cenobio, sirvió en el comedor del monasterio un menú de peregrino. Finalizado el ágape, reanudaron la marcha por el antiguo trazado del ferrocarril, para llegar a la población de la Barraca d’Aigües Vives.
Por la tarde, a las 15:30 horas se inició el primer tramo del Pas del Pobre, que une la solana de la Barraca con la umbría de la Casella por el histórico paso natural escogido en la Edad Media por los peregrinos de escasos recursos que transitaban de monasterio en monasterio y que, ahora, ha dado motivo a esta ruta turística, que lleva su nombre, El Pas del Pobre.
El duro ascenso por la Solana de la Barraca, se vio recompensado por la magnífica vista panorámica de los dos valles, Aigües Vives al sur, en el que se aprecia todo lo recorrido en la jornada y,la Casella al norte, con la vista del el tramo pendiente de realizar a sus pies, visualizando el Paratge Natural Municipal de la Casella. Frente a este sensacional mirador, se aprecia el Pas del Pobre que da entrada a la Murta. En el extremo occidental, a la falda de la Muntanyeta de Sant Salvador asoma la ciudad de Alzira, destino final del sendero GR-236.
Se inicia el descenso por el frondoso bosque de umbría, hasta alcanzar, no sin esfuerzo, el llano, donde un confortable paseo paralelo al barranco conduce hasta la Font Nova, en las puertas del Paratge Natural Municipal de la Casella, por unas rústicas escaleras de piedra se enlaza con el Sendero de Pequeño Recorrido PR-303, “De Alzira a la Casella”, hasta el Bar de la Casella, finalizando así a las 17:00 horas, la 4ª etapa, con un recorrido aproximado de quince kilómetros.
La quinta y última cita será el domingo 20 de enero de 2013. El autobús recogerá a las 9:00 horas, en la Plaça del Regne, a los participantes y los llevará hasta el Bar de la Casella, para reiniciar el trayecto por el Carasol, por un tramo del PR-303 en sentido inverso, para desviarse el GR-236 por el segundo tramo del Pas del Pobre, que por un sendero ascendente va de la Solana de la Casella a la Umbría de la Murta, antigua vía pecuaria, conocida como la Vereda dels Frares. A media mañana, se visitarán las ruinas del histórico monasterio de Nuestra Señora de la Murta. Por la tarde esta quinta y última etapa, tras su paso por la Muntanyeta del Salvador y el Real Santuario de la Patrona de Alzira, Santa María del Lluch finalizará en Alzira, entregando los senderistas en el Museo Municipal los carnés que han ido sellando a lo largo de las etapas para certificar, de este modo, su participación en esta quinta edición de la Ruta organizada por la concejalía de Turismo.
Las personas interesadas en participar pueden informarse en la Oficina de Turismo o en el Museo Municipal.
