El Ayuntamiento paraliza por decreto las obras de cambio de bocana en el Portet de la Olla
Todos los grupos políticos y el alcalde se han unido a la protesta vecinal para suspender la actividad de las máquinas en la zona
La concejal de Urbanismo, Verónica López, explicaba el proceso de paralización de las obras “notificándose a los interesados mediante orden de suspensión y tras un acuerdo plenario apoyado por todos los grupos municipales. Se establece además, un sistema de multas coercitivas para los interesados en caso de que se incumpla esta medida de suspensión. La orden contempla además la retirada en cinco días de los elementos materiales o maquinarias para ser utilizados en las obras”• López ha indicado que la concesionaria ha rehusado recoger la notificación “si bien estaba enterada ya que había en ese momento multitud de testigos presenciales”. Asimismo, la concejal ha mantenido conversación con la Jefatura Provincial de Costas “ya que el vallado incumple la normativa de dominio público marítimo-terrestre puesto que la línea de mojones se encuentra por dentro del vallado perimetral con el que han acotado la zona”.
Las medidas a seguir “si se produjera –indica López- cualquier utilización de la maquinaria u obra, son más coercitivas y menos agradables como la detención por delito o una falta de desobediencia a la autoridad”. Costas revisará todo el vallado y aplicará las medidas legales oportunas, puntualiza la responsable municipal.
El alcalde por su parte, ha informado de la tramitación existente de un expediente para declarar la zona paraje natural “creemos que es un área importante que proteger y quiero señalar que acabamos de salir de un pleno donde todos los grupos políticos han estado de acuerdo en tomar estas medidas y en que esta zona sea un paraje natural-municipal”.
El expediente de este proyecto se inicia en diciembre de 2007 cuando la concesionaria del Portet, Vincelem 2006, solicita el cambio de emplazamiento de la bocana por pérdidas económicas. Más tarde, en mayo de 2008 se solicita informe al Ayuntamiento que informa desfavorablemente sobre esa actuación ya que se perdería la playa de la cala del Soio para bañistas y un enclave natural de Altea ya que tendrían que entrar embarcaciones. Por ello, la Jefatura Provincial de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, también informa desfavorablemente el proyecto y quien concede finalmente la autorización para el inicio de las obras es la Dirección General de Puertos que depende de la conselleria de Medio Ambiente. El Ayuntamiento siempre se ha mostrado en contra del cambio de desplazamiento de la bocana porque perjudica gravemente la playa de la cala del Soio, el actual emplazamiento y la situación de los bañistas.