Almussafes hace accesibles sus calles
La pasada semana, el Consistorio de Almussafes emprendió los trabajos de adaptación a la ley de accesibilidad de un nuevo itinerario urbano. El proyecto, cuyo plazo de ejecución no puede superar los dos meses, incluye la eliminación de las barreras arquitectónicas de la calle Ramón y Cajal y también de la Plaza Blasco Ibáñez. Con esta actuación urbanística, el ayuntamiento dará por concluida la tercera fase de su Plan Integral de Accesibilidad, una hoja de ruta diseñada por expertos de COCEMFE CV (Confederación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad Valenciana) y la propia UPV (Universidad Politécnica de Valencia) que va a permitir que el municipio sea plenamente accesible en los próximos siete años. Aunque el estudio del desarrollo urbanístico de Almussafes, de sus condiciones de accesibilidad, así como la propuesta de actuaciones de mejora se presentó en septiembre del pasado año 2016, el ejecutivo llevaba desde principios de año completando intervenciones para garantizar la igualdad de oportunidades en cuanto a la movilidad urbana de la ciudadanía. En este sentido, la inversión proyectada durante los últimos dos años ha superado los 300.000 euros.
El Ayuntamiento de Almussafes avanza en el proyecto de reforma urbanística del casco urbano con la finalidad de diseñar un municipio libre de barreras arquitectónicas y plenamente accesible para las personas afectadas por movilidad reducida. "Llevamos más de un año emprendiendo intervenciones tendentes a eliminar los obstáculos arquitectónicos de nuestras vías públicas, actuando en diferentes itinerarios urbanos y también en la adecuación de nuestros edificios públicos", señala el concejal de Urbanismo, Andrés López.
Precisamente en estos momentos se está mejorando la accesibilidad del itinerario peatonal número 3, tal y como se define en el Plan Municipal de Accesibilidad, el documento redactado por COCEMFE CV y la UPV y entregado a finales de septiembre del pasado año al propio ayuntamiento, en el que se evalúan técnicamente las condiciones de accesibilidad del municipio, con la correspondiente detección de las principales barreras arquitectónicas existentes, y se plantean las soluciones más viables para la eliminación de los citados obstáculos. Con un presupuesto que supera los 40.000 euros, el ejecutivo está en pleno proceso de ejecución de los vados peatonales de la calle Ramón y Cajal y de la Plaza Blasco Ibáñez. El proyecto se adapta a las especificaciones de la normativa en cuanto a accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas, en lo referente a medidas y rampas y también al pavimento a utilizar.
Durante el presente año 2017, el ejecutivo local ha desarrollado las propuestas incorporadas a la segunda y tercera fase del plan integral, unas intervenciones de mejora con un coste superior a los 200.000 euros y financiadas con cargo a los presupuestos todavía vigentes. Asimismo, en las cuentas generales de 2018, aprobadas la pasada semana, proyecta nuevas acciones de reforma urbanística para permitir el desplazamiento por todos los puntos de la población, dependencias públicas, calles y zonas verdes, atendiendo a los requisitos de accesibilidad según la legislación vigente.
El proyecto técnico de mejoras en cuanto a la accesibilidad en las vías públicas del municipio se está ejecutando por fases y estará concluido en un plazo máximo de siete años.
