Medio centenar de jóvenes cristianos del Encuentro de Taizé son acogidos en 17 viviendas

La Parroquia San Bartolomé Apóstol de Almussafes se ha volcado estos días con el Encuentro de Jóvenes de Taizé celebrado en Valencia acogiendo en diversos hogares del municipio a 50 europeos con inquietudes religiosas y compartiendo con ellos numerosas actividades con las que han podido conocer de cerca la cultura y las tradiciones de nuestro entorno. Del 28 de diciembre al 1 de enero, el acontecimiento ha reunido a un total de 30.000 personas seguidoras del denominado “Espíritu Taizé”, que promueve la oración, el compromiso social y la profundización de la fe cristiana.

Tenían entre 16 y 35 años y habían decidido pasar un fin de año diferente, a contracorriente. Cargados con sus pesadas mochilas y algunos de ellos tras más de 30 horas de viaje en autobús desde sus países de origen, los inscritos en el Encuentro de Jóvenes de Taizé llegaban a Valencia el pasado lunes 28 de diciembre para participar, un año más, en un acontecimiento con el que la Comunidad Ecuménica de Taizé, organizadora del mismo, busca “tender puentes entre cristianos a través de una peregrinación de confianza entre personas y profundizar en aspectos como la oración, la fe y el compromiso social”.

Para ello, se distribuyó a los más de 15.000 jóvenes venidos de fuera en distintas parroquias de la diócesis, de los cuales 50 fueron destinados a Almussafes, donde quedaron acogidos en sus respectivas casas por 17 familias de la localidad hasta el final del evento, el pasado viernes 1 de enero. “Durante cinco días compartimos con ellos la ilusión de seguir a Cristo y la necesidad de aportar nuestro granito de arena para conseguir un mundo más pacífico y tolerante”, señala la coordinadora de la acogida en Almussafes, María Sebastián.

Cada mañana, tras el desayuno y la oración de las 8:30 h. en la iglesia de San Bartolomé Apóstol, los peregrinos hospedados en la localidad se trasladaban a la ciudad de Valencia en tren para participar en el completo programa de actividades elaborado para ellos, con múltiples talleres que abordaban temas como juventud en la Iglesia, consumo responsable, ecología, solidaridad, historia o la paz. Además, participaban en las vigilias de oración celebradas en la catedral y en las dos carpas instaladas en el cauce del río Turia, con capacidad para más de 8.000 personas cada una.

Hubo tiempo también para visitar la Torre Razef, excursión en la que les acompañaron el alcalde de Almussafes, Toni González, y el concejal de Fiestas, Andrés López. “Los jóvenes se mostraron muy interesados en conocer esta parte tan importante de nuestra historia y realizaron numerosas preguntas acerca de su construcción”, explica González. Por su parte, López agradece “el esfuerzo y compromiso mostrado por las familias de acogida, que no han dudado en abrir las puertas de sus domicilios para que se sintieran como en sus casas y enriquecerse mutuamente”. De recuerdo, el Ayuntamiento obsequió a los peregrinos con un detalle y a las familias con diplomas en los que se ponía de relieve el esfuerzo demostrado durante el encuentro para lograr que todos se sintieran bien en Almussafes.

Tras la “Fiesta de los Pueblos” de Nochevieja, en la que compartieron cantes y bailes tradicionales de cada uno de los países, y la eucaristía del día 1, a la que le siguió una paella de despedida, los peregrinos alojados en Almussafes, procedentes de Polonia, Alemania y Portugal, regresaron hacia sus casas.