El Consistorio de Almussafes homenajea a la que ha sido su juez de paz durante los últimos doce años
La corporación municipal aprovechó el pleno ordinario celebrado ayer jueves día 4 para celebrar un acto público de reconocimiento a Lola Llopis, la primera mujer juez de paz de la localidad, nombrada a finales de junio del 2002 y que, tras doce años en el desempeño de su función como mediadora en la sociedad civil de Almussafes, cesa de manera voluntaria en un cargo que renovó durante los años 2006 y 2010. Elena Aranda ha tomado ya el testigo de su predecesora en el cargo y desde hoy viernes día 5 se encuentra al frente del Juzgado de Paz de Almussafes, por lo que las autoridades municipales aprovecharon también para ofrecerle una bienvenida oficial y brindarle el máximo apoyo en la andadura profesional y altruista que acaba de asumir.
Lola Llopis, la primera mujer al frente del Juzgado de Pau de la población y el Juez de Paz que más años ha desempeñado esta labor en el municipio desde el año 1871, fecha de instauración del Registro Civil en España, ha celebrado un total de 120 matrimonios civiles durante sus doce años de trayectoria, además de enfrentarse a infinidad de conflictos que ha conseguido resolver con gran profesionalidad. Con motivo de la distinción que recibió ayer jueves por parte de los representantes políticos del ayuntamiento reconoció haber actuado en todo momento con la mejor de las voluntades en su desempeño como juez lego integrante del poder judicial, con el Código Civil en la mano y contando en todo momento con la inestimable ayuda de los funcionarios del propio Juzgado de Paz.
Su compromiso con la sociedad civil de Almussafes fue alabado por parte de los portavoces de los tres grupos municipales y del propio alcalde, Albert Girona. De hecho, el presidente de la corporación destacó el excelente desempeño de su principal función como Juez de Paz. “No es fácil impartir justicia en la escala que le corresponde a un juez de paz ante conflictos que se generan tanto en el ámbito privado como civil, pero Lola ha conseguido resolver muchos de ellos con una valoración notable y significativa”, constató. Asimismo, elogió su gran responsabilidad como una de las máximas representantes de la sociedad civil, traducida en su presencia en prácticamente la totalidad de los actos oficiales celebrados durante las últimas dos décadas.
Girona hizo un recorrido por la trayectoria de la homenajeada, destacando sus inquietudes literarias y también como investigadora de la historia y tradiciones locales, facetas que durante los últimos años se han visto reflejadas en la edición de varios artículos históricos en los Libros de Fiestas y en la publicación de su trabajo “Recull de malnoms del poble d’Almussafes” con motivo de la VI Jornada de Onomástica, Toponímia y Antroponímia de la Ribera, en el año 2012. Otros aspectos, como sus intervenciones en los medios de comunicación y su labor como conferenciante en distintos actos, también fueron resaltados durante el acto de distinción pública, en el que Lola Llopis estuvo acompañada por los miembros de su familia más allegada.
Con la plena satisfacción del calor que siempre le han transmitido los vecinos y las diferentes asociaciones de la localidad y el apoyo continuo brindado por las diferentes corporaciones municipales, Lola Llopis cierra este capítulo de su vida para abrir otro, ya jubilada de su profesión, en el que se va a dedicar a continuar desarrollando su proyecto de investigación sobre los apodos locales, a disfrutar de sus aficiones por la lectura, la escritura y el coleccionismo de monedas, y a compartir su tiempo libre con su familia.
Tras recibir una placa conmemorativa en reconocimiento al trabajo realizado, los miembros de la corporación municipal felicitaron a Elena Aranda, la que ya es la segunda mujer juez de paz en la historia de Almussafes, por su nombramiento.
