Almussafes clausura sus fiestas de 2016 con su multitudinario Homenaje a la Paella

El pasado sábado 23 de julio, Almussafes puso el punto y final a sus fiestas patronales de 2016 con la celebración del 37º Homenaje a la Paella. El acto reunió en las calles Mayor y Valencia a cerca de 5.000 comensales, quienes disfrutaron de las paellas gigantes cocinadas por el equipo de Galbis, aunque los que lo prefirieron tuvieron la oportunidad también de cocinarse su propia paella. El consistorio proporcionó a los asistentes el plato de paella, o los ingredientes en su caso, un pequeño aperitivo, la bebida, y helado de postre. La velada se completó con una discomóvil en el patio del colegio Almassaf que se alargó hasta la madrugada.

El olor y el sabor de la auténtica paella valenciana volvieron a conquistar la principal vía urbana de Almussafes, la calle Mayor y la calle Valencia, en la trigésimo séptima edición del Homenaje a la Paella, celebrada el pasado sábado 23 de julio. Se trata del acontecimiento más multitudinario de todos los desarrollados durante el intenso periodo de fiestas de esta localidad de la Ribera Baixa, que dedica alrededor de cuatro semanas a la celebración de actividades musicales, religiosas, deportivas y gastronómicas. Cerca de 5.000 personas se dieron cita en la principal arteria del municipio para compartir una divertida velada de convivencia y hermandad en la que los asistentes disfrutaron del plato valenciano por excelencia elaborado en los calderos de grandes proporciones utilizados por la empresa Galbis, encargada de cocinar el arroz.

Entre los comensales de la cena más esperada de todo el año se encontraba el alcalde de Almussafes, Toni González, quien se mostró muy contento por el éxito de la actividad y valoró el resultado de todo el programa festivo, que se clausuraba con este acontecimiento, asegurando que “han salido muy bien, eran las primeras que organizábamos desde que entramos en el gobierno municipal y estamos muy satisfechos, por lo que basándonos eso diseñaremos las del próximo año”.

A partir de las 21 h., los grupos de amigos inscritos hasta el pasado viernes 15 de julio en el Centro Cultural, fueron ocupando las mesas que la organización había dispuesto a lo largo de la calle, formando un largo río integrado por personas de todas las edades. En cajas de cartón se repartió la bebida y un pequeño picoteo formado por patatas fritas y cacahuetes y, después de la paella, se sirvió helado.

Como suele ser habitual, junto a la iglesia parroquial se situaron los jubilados y los pensionistas. A continuación, se colocaron las mesas correspondientes a la corporación municipal, la reina de las fiestas y su corte de honor, sus madres y padres, las Clavariesas de la Divina Pastora y los Clavarios de la Divina Aurora. En la parte central se situó el público en general y ya en la calle Valencia, en las inmediaciones de las instalaciones de la Policía Local, se dispuso la infraestructura para aquellos que prefirieron cocinarse su propia paella. El Ayuntamiento sirvió también en estos casos los ingredientes y la leña necesaria para llevar a cabo todo el proceso.

Fue a partir de las 22 h. cuando un pequeño castillo de fuegos artificiales dio por inaugurado el acto, que se desarrolló tal cual estaba previsto y sin ningún incidente, lo que demostró el civismo con el que los almussafenses celebran sus fiestas.

La guinda a la velada la puso la última discomóvil de las fiestas, que se llevó a cabo en el patio del colegio Almassaf, cerrando cuatro intensas semanas en las que los vecinos se han volcado organizando y asistiendo a las iniciativas planteadas.