Facsa elimina el fibrocemento del alcantarillado en Almassora
La empresa Facsa, adjudicataria del servicio de agua potable en Almassora, culminará en octubre la renovación de la red en el centro urbano con el objetivo de sustituir de forma progresiva las conducciones de fibrocemento más antiguas y mejorar el servicio de agua potable que presta a los ciudadanos. Según fuentes de la empresa, los operarios han emprendido el último tramo de obras en el entorno de las calles Caridad y Santo Cristo para trasladarse al distrito marítimo la segunda semana de octubre.
La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, ha comprobado el avance de los trabajos junto al edil de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, y la responsable de explotación de Facsa, Patricia Agrasar. Según esta parte, la actuación permitirá eliminar la antigua y degradada red de fibrocemento y sustituirla por una moderna tubería de polietileno de mayor diámetro que mejorará la capacidad de transporte, evitando de esta manera sobrecargas y roturas. El resultado optimizará el servicio que presta a la ciudadanía, además de mejorar el mallado.
En este sentido, Agrasar ha especificado que previamente a la intervención, los técnicos han localizado “uniones y tuberías muy degradadas y con escasa capacidad de transporte gracias al análisis del modelo matemático y la experiencia de la explotación diaria”. La empresa y el Ayuntamiento de Almassora han acordado incrementar las medidas de seguridad la próxima semana debido al inicio del curso escolar en el colegio Embajador Beltrán, cercano a las obras, y que supondrá un aumento de peatones en la zona.
La intervención forma parte del Plan de Mejoras de la Infraestructura Hidráulica de Almassora, que en esta ocasión supondrá la sustitución de 2,5 kilómetros de tuberías antiguas tanto en el casco urbano como en la playa. De hecho, la calle Ponent del distrito marítimo es la elegida por la firma para la renovación de las conducciones a principios de noviembre, una vez que la densidad de población de la playa se haya reducido y con la intención de minimizar también las molestias al vecindario.
En el conjunto de las actuaciones, Facsa instalará 2.570 metros de nuevas conducciones de polietileno de alta densidad, de diámetros que oscilarán entre los 75 y los 160 milímetros y una presión nominal de 16 atmósferas. Además, instalará 45 válvulas de compuerta, de diámetros comprendidos entre 65 y 150 milímetros y renovará 188 acometidas y 23 bocas de riego para complementar las actuales con el objetivo de mejorar la sectorización de las zonas afectadas.
La renovación de las infraestructuras, que arrancó a principio de verano en el barrio Corell, concluirá antes de final de año al acabar el cronograma de actuaciones prioritarias elaborado en función de la urgencia de cada obra. En todos los casos el deterioro de la canalización es el principal factor de fallos en el servicio.
